Ayer murió la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, una mujer que al perder la alcaldía en las urnas fue designada senadora por el parlamento regional. Posteriormente fue procesada por corrupción y abandonó el grupo parlamentario del Partido Popular para pasar al grupo mixto, porque no quiso renunciar a su escaño que le daba 5.000 € al mes y el privilegio de ser juzgada por el Tribunal Supremo, como señala cualquier tipo de decoro y uso político contemporáneo. Su expartido, el PP, le dio la espalda para no verse ensuciado con lo que fuera saliendo.
Ahora mismo el presidente Mariano Rajoy ha decidido ir privadamente a su entierro. ¿Irá en coche, sin conductor público, pagando él la gasolina? ¿Irá en AVE?, ¿Irá en el tren que no es AVE, que tarda hora y medio más y cuesta una tercera parte? ¿Irá en autobús?
Apuesto a que ha ido en un avión reactor público que ponemos a disposición de los presidentes de Gobierno para sus asuntos públicos.
Fijaos que entiendo que ese avión le sirviera para ir al entierro de su padre o de su suegra: hay que facilitar la vida de un presidente de gobierno que tiene una familia y unos usos sociales que todos entendemos, por ejemplo, que no se puede faltar al funeral de tu padre y tampoco al de tu suegra. Pero esta señora era, como mucho, una amiga. Si uno quiere "cumplir" con ella y así lo ha divulgado mediante la correspondiente nota de prensa "que va a título privado" debe pagarse el transporte. Como cuando fue corriendo (perdón, volando también) el día del rescate bancario a ver a la selección española que jugaba en Polonia.(ahí ´le pagamos el viaje de placer)
Os recuerdo que hace pocos meses el presidente del consejo de ministros francés Manuel Valls, tuvo al final que pagarse de su bolsillo el gasto del avión público que usó para ir a ver un partido del Barcelona.
¿Qué apostamos a que la factura de este viaje "a título privado" servirá para engordar nuestro desbocado déficit público?
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