Con la que está cayendo en las bolsas, en
Corea del Norte, en Turquía... y en el mismo desgobierno en el que andamos por
España... Y ahora la actualidad nacional está focalizada en una estupidez, pero
los chacales políticos han hecho presa y tendremos ecos de esta historieta por
mucho tiempo.
Resulta que en una función de títeres de un
barrio de Madrid, que no creo que tuviera de público más de veinte o treinta
niños con sus respectivos padres o abuelos, salió un cartelito en que ponía
“GORA ALKA-ETA”. Uno de los padres o madres,
seguramente ya justamente indignado por el contenido de la obra, lo grabó con el
teléfono móvil y lo envió al diario “El País”.
Poner “Gora ETA” =“Arriba ETA” es un delito
de enaltecimiento del terrorismo y ofensa a las víctimas; que en España estamos
bien armados jurídicamente contra la apología de esta peste.
Lo que salga en un espectáculo de títeres
para niños tiene esa limitadísama trascendencia, pero “el País” lo llevó a
primera plana de su página web. Todos los demás medios inmediatamente
repicaron, porque en el Ayuntamiento de Madrid manda Podemos, le tenemos
ganas, y ya llueve sobre suelo mojado por una polémica sobre la
Cabalgata de Reyes Magos. Además este pescozón a la fuerza
política viene oportuno para debilitar su posición negociadora para el futuro
gobierno de España.
Los titiriteros, al parecer, eran anarquistas y proponían
una historieta de los abusos que sufría una bruja por los poderes opresores,
uno de ellos era un policía que le ponía la prueba falsa en su casa de que era
terrorista de Al Qaeda “Alka” y de ETA. Ahí están las hojas del rábano con que
todos los medios de la derecha están haciendo infusiones alucinógenas.
La noticia es del sábado y ayer tarde pude
ver como otras televisiones nos destriparon el contexto de la obra, que por
cierto es una “cagada” llena de violencia y manipulación política contra los
propietarios de pisos, la iglesia, la policía y la judicatura. Impropísima para
niños de cuatro a diez años, y más para el resto del público, por tonta. Pero seguro que el grupo de
comediantes es de la cuerda estético-festiva de Podemos y quisieron subvencionarlos.
Lo destacable es que ahora los dos titiriteros
estén en prisión preventiva dictada por el juez de Guardia de la Audiencia Nacional ,
a la espera de juicio, cuando el “delito” objetivamente no es importante, ni mucho menos merecedor de una medida cautelar tan irreparable, (estoy seguro de que los
detenidos habrán de ser indemnizados a costa del erario público cuando se les
absuelva en un juicio justo). Pero la alarma social farisaica y el vocerío que
se montó, harían, de momento, que el juez resultara lapidado por los medios de
derechas, caso de haberles puesto en libertad a la espera de juicio o, todavía
más lógico, de haber sobreseído el caso al tratarse de una cita y no del
contenido real. Creo que hasta los niños de cinco años comprendieron que el
policía quería hacer una trampa a la bruja protagonista colgándole ese mensaje
peyorativo.
Quiero destacar lo sorprendente que es que
los líderes de Podemos, tan listos y bien hablados que a veces parecen, estén
metiendo la pata en estas chorradas sin contenido. Este espectáculo podría
haber sucedido en Valladolid o en Almería que no están gobernadas por Podemos,
por simple dejación de los responsables de contratar estas cosas. “Venga, vamos
a contratar unos títeres para carnaval”, “Vamos, esos mismos que parecen
graciosos y además tienen música” y no serían noticia, pero a quien se le
ocurre en Madrid o Barcelona, hacer las cosas con tan poco cuidado, con la cantidad de lupas que miran.
Para mí es indicativo de que por mucha
revolución y aire limpio que nos prometan, nunca acabará la vaguería, la falta
de profesionalidad: la chapuza nacional.
Es increíble cómo funciona la manipulación de los medios de comunicación, pues nos ha hecho creer que la representación de los títeres constituía en sí un delito. Cuando el delito no está por ninguna parte. Lo único que hay es la metedura de pata de los programadores que publicitaron como "para todos los públicos" algo que no era infantil. Pero eso se subsanó con la destitución de los programadores, que fue inmediata. La obra, obscena, violenta e incluso injusta, no enaltecía en ninguna medida el terrorismo, sino que denunciaba la manipulación policial que quiere hacer pasar por culpable a la víctima, colocándole el cartelito después de asesinarla. Como tampoco es delito el humor negro del antecesor de la actual concejala de fiestas, Celia Mayer, responsable última de la programación de los títeres. Sin embargo, tendrá que demostrar ante un juez que sus chistes no eran más que ejemplo en el debate sobre los límites del humor negro. No me cabe la menor duda de que este "destituido" por bocazas no es un neonazi-racista-terrorista, atributos que los medios nos han metido con colador como definitorios de Guillermo Zapata, que es como se llama. Como no espabilen los de Podemos les harán pasar como culpables de que se hinchara la burbuja inmobiliaria que que junto al capitalismo desmedido de los bancos causó la crisis económica actual.
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