Esta autopista tiene el inconveniente de que cada treinta kilómetros más o menos, hay que parar a pagar un peaje de 3,60 euros. Entre Bayona y Bourdeaux había cuatro paradas.
A cambio pueden disfrutarse unas áreas de servicio modélicas en cuanto a limpieza y espacio para descansar. Me han dicho que en algunas hay hasta duchas, aunque yo, en las que paré, no las vi. Tengo que decir que las áreas de descanso de las autopistas son el único sitio, y no en todas, donde hemos visto que hubiera contenedores para envases. Ni en Burdeos, ni en Toulouse, ni en Pau se separa la basura: esto nos llamó la atención, porque no concuerda con el "perfil idílico" de Francia que nos trajimos de este viaje.
Burdeos es la ciudad ideal para tener bicicleta, o mejor, para alquilarla porque cuesta 1,60 € diarios, y así puede dejarla uno donde quiera. Las bicicletas están por doquier y son los únicos vehículos que llegan a todos los sitios, porque hay muchos lugares de la ciudad que tienen bolardos automáticos que solo pueden bajar los vehículos autorizados. Quizá no estoy siendo justo y estoy idealizando demasiado Burdeos porque tiene un centro peatonal de muchos kilómetros cuadrados, que es donde nos movimos. Mirad:
esa señal de prohibida la entrada sauf (salvo) bicicletas está en muchos lugares
Aunque llueva se sacan las bicicletas
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