Cuando entramos en Francia empezamos a observar que los carteles de entrada que tenían el nombre de los pueblos en francés estaban bocabajo. Como entramos por el país vasco norteño pensamos que sería como una reivindicación de la lengua autóctona del lugar. Una broma, una apuesta...
Pero luego seguimos por Bearn, Gascogne, Perigord, Dordogne... entonces barajamos que podrían ser reivindicaciones de las lenguas de cada uno de esos lugares, algún tipo de apuesta panregionalista o algo así, frente a la opresión del idioma capital.
Solo lo fotografiamos en este lugar del Perigord, pero si no lo hemos visto en cuarenta pueblos, de verdad, es que no lo hemos visto en ninguno. Al final descubrimos que era efectivamente algo de lo que más une a Francia, que es la fuerza -y hasta la brutalidad- de sus agricultores y sus sindicatos agrarios, quienes son muy capaces de paralizar el país, destruir mercancías y hasta quemar camiones españoles. En la televisión explicaron que era un aviso para ser tenidos en cuenta y debía ser bastante reciente. Pudiera ser que los agricultores ya estuvieran con la mosca detrás de la oreja sobre el acuerdo con Mercosur, que ya veremos como saltan a defenderse.
Descubierto el secreto ya no nos volvimos a fijar más. Hace un par de semanas vaciaron dos camiones de vino a granel español y estaban retenidos todos los camiones que querían cruzar por La Junquera.
Pero también descubrimos un sistema voluntario-obligatorio por el que el consistorio pone antes de llegar al pueblo unos parquímetros donde te invitan a meter dinero, mínimo 3 euros, para subvencionar el aparcamiento disuasorio que te facilitan. Había gente que metía dinero y otros no. Después ya os contaré esto de que en algunos pueblos directamente te cobran 7 euros si aparcas más de veinte minutos: vamos, que te obligan a comprar veinticuatro horas. No me parece razonable y cuando llegue el lugar donde nos lo hicieron lo explicaré mejor.
Asimismo también veníamos observando detalles rosas para una celebración reivindicativa que se preparaba en todas partes. En la foto vemos cómo ponen paraguas. Entonces pensábamos que sería contra la violencia de género, porque en Bergerac habíamos hecho esta fotografía.
más tarde nos enteramos que era una reivindicación, con colecta incluida a la puerta de los supermercados por voluntariosas voluntarias, para promover la investigación sobre enfermedades "femeninas" como el cáncer de mama, ovarios, útero etc. Como somos extranjeros, renunciaron a explicarse e insistir y nos escaqueamos del óbolo.
Por cierto, sobre el juicio de Avignon en el que están implicados un montón de "usuarios" de un negocio que hacía un marido hoy ya condenado a la pena máxima, que son 20 años de cárcel, drogando a su mujer para que estos "usuarios" se aprovecharan de ella, (es violación) no oímos nada en las tertulias mañaneras donde tratábamos de enterarnos de las noticias y sobre todo de las previsiones metereológicas. Puede ser casualidad porque en España lo hemos oído al volver y antes de irnos, bastante. A lo mejor les da vergüenza como país, pero tampoco descarto que el juicio estuviera en una fase poco interesante y al volver hayamos tenido la noticia del "visto para sentencia".
Volvamos a uno de los pueblos más fotografiados de Perigord, que está al borde de un río, con un llamativo farallón que se convirtió en nuestro objetivo.
Ahí tenemos otro paraguas reivindicativo
El pueblo ofrece también paseos por el río. En su día tampoco montamos en los bateaux del Sena; pues en estos lugares tampoco, de cualquier modo está muy explotado este negocio por ríos y canales.
Aunque terminamos picando en algo que os contaré mañana.
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