miércoles, 27 de febrero de 2019

Una situación muy esponjosa.


Esta novela, de la que en estos momentos llevo 38 páginas, me ha dado una gran lección y os la cuento:

nunca se debe comenzar a leer un libro, ni antes de siesta, ni a partir de las diez de la noche.

Yo esta mañana estaba de mala leche. Ayer tarde me salieron mal algunas cosas de poca importancia, y quise irme a la cama tomando la lectura de este librito que me ha regalado su autor.
Lo que me sucedió es que pretendí leerlo más deprisa de lo que mis entendederas asimilativas requerían, (me pasa con la poesía: no soy buen lector de ese género). También sucedía que este libro era una autoedición y yo quería o que me convenciera, (me cae muy bien su autor) o que no me hiciera perder el tiempo, como otras tantas autoediciones que he leído. Comencé con impaciencia después de las diez de la noche y me caí de ese caballo.
Con la caída monté en cólera y me dije: barroquismo enrevesado, excrecencias de quien cree graciosa la vista de su ombligo, falta de autocrítica entre los amigos que le celebran aunque por lo bajini desean que fracase en letra impresa... incluso acuñé esta frase:
No vuelvo a leer un libro en el que tenga yo que poner más comprensión en su lectura que el autor ha puesto en su escritura.

 Y me fui a la cama, y dormí con esa sensación que se tiene cuando le han salido tres cosas mal una tarde; bueno, maldormí.

Por la mañana de hoy me dije "vale, voy a subrayarlo, a escribir cosas en el margen, para destriparlo y poder darle razón a su autor de que lo he leído".
Eso empecé a hacer pero su gracia me ha atrapado, ahora estoy orgulloso de haber conocido a su autor que, aunque es demasiado viejo para triunfar, es bueno, es ingenioso y mi egoísmo me indica debo seguir cultivándole para mi provecho.

Si no hubiera dado otra oportunidad, en buenas condiciones, al libro, este fracaso de lectura habría gravitado en la relación con Luis Aguilera; sería como una comida que sienta mal y uno la vomita.  Con el resabio del vómito es difícil que la misma comida proporcione luego placer.

Conclusión: que puse en peligro esta incipiente relación amistosa y también hubiera sido injusto con este libro tan divertido y bien escrito; solo por no tener cuidado. Amén.

lunes, 18 de febrero de 2019

¿MATARÁN LOS RUSOS A GRISHA GORYACHEV?


No sabemos si los dinosaurios tenían inteligencia pero creemos que no, porque aunque dominaron la tierra, después se extinguieron. El género humano parece dotado de raciocinio, pero si al final nos autoextinguimos, los siguientes que aparezcan, millones de años después, dirán “ no era exactamente inteligencia eso que tenían los humanos, poseían muchas habilidades pero no la fundamental, que es la de no suicidarse”.


El siglo XXI empieza con menos guerras que el siglo XX, Parece que estamos mejor: en Europa hace cien años acababan de terminar la primera guerra mundial y en España hace 100 años andábamos en guerras coloniales en el Norte de Marruecos, (por cierto la mayor parte de los sublevados de la Guerra Civil tuvieron su origen y letal camaradería con motivo de esta guerra).
Verdaderamente todo eso de las guerras parece lejano por aquí, pero hace muy poco Putin y Trump decidieron deshacer las obligaciones de no seguir preparando guerras atómicas. Curioso es que hace un año parece que inquietaba Corea del Norte, pero su capacidad es, aparte de dudosa, incomparablemente menor. La de los dos países meganucleares basta y sobra para convertirnos a todos en dinosaurios en un par de horas.

Los chicos de mi generación de los años 80 teníamos miedo a la heroína que, con el sida, se llevó a un montón de jóvenes de nuestra edad. Con el paso del tiempo nuestros hijos no saben ni qué fue aquello y podrían volver a caer porque desconocen ese peligro. Lo mismo nos pasa como humanidad con el peligro nuclear; aquella cosa superada: los refugios, la bomba de neutrones,   aquella película de Stanley Kubrick... parecen cuentos de viejas, pero estos dos países van a volver a invertir mucho dinero, no debe ser ninguna broma. Supuestamente nos fiamos de la racionalidad de esos dos señores que mandan; tanto o menos como los alemanes de 1940 se fiaban de Adolf Hitler.

Y es que no nos queremos creer que el mejor intérprete de guitarra flamenca del mundo, que es este ruso que vive en Estados Unidos,https://www.youtube.com/watch?v=gMCak0-0WNw pueda morir achicharrado por una bomba  rusa, de parecida manera que los jugadores americanos de baloncesto  que meten canastas y ponen tapones en el CSKA de Moscú.
¿Pero, a qué se está jugando entonces?


viernes, 15 de febrero de 2019

Esto es disparar con pólvora del rey

Es una vieja expresión que viene a significar algo así como ser generoso malversando lo público en beneficio propio.

Hoy Pedro Sánchez convocó elecciones para el 28 de abril, cuando ya estaban convocadas las elecciones municipales autonómicas y europeas para el 26 de mayo.

Yo sé lo un poco de lo que cuesta organizar las elecciones. En las elecciones del año 2.000 cobré por ello bastante dinero porque fui secretario de la Junta Electoral del Sur de la provincia de Ávila. Resulta que se moviliza buena parte del poder judicial y bastante miembros voluntarios de la administración pública, a cambio de jugosas dietas, aparte de todos los ciudadanos que "pringan" esos domingos, que tampoco están mal pagados a mi juicio. Dietas de desplazamiento, policía, apertura de centros de votación, comidas....  por partida doble.
Y para los votantes la molestia de ir a hacer cola para votar dos veces seguidas en un mes.

No sé cuántos miles de millones vamos a gastar de más, ahora que la deuda pública supera el 100% de nuestro producto interior bruto.

No es solo Sánchez el que se alegra. Todos los políticos parece que celebran el adelanto electoral, y la doble jornada. Ahora no les importa el gasto, con tal de salir, de figurar, de hacerse valer, desde hoy hasta dentro de tres meses. Algunos dirán que había prisa por quitar a este gobierno -puede ser- pero yo hubiera preferido ahorrar, al fin y al cabo se van a gastar dinero de mi futuro.

miércoles, 13 de febrero de 2019

Dejemos a los muertos en paz

Defiendo sin alharacas que Franco no debe estar en ese monumento del Valle de los Caídos, porque su permanencia allí significa glorificar la horrible Guerra Civil. Hay que extraerle de ese sitio y esto ha de hacerse sin urgencia, sin aspavientos, sin intención de humillar, ni tampoco de sacar pecho, ni como un gallito ni para que alguien te ponga una medalla. Es natural que si ese lugar fue para recoger a los que perdieron la vida en la guerra civil española, no esté allí el único que la ganó.

Pero en cuarenta y tres años, que yo sepa, nunca se había atentado contra su lápida. Hace unos meses, sin duda, al calor de toda esa polémica, alguien la manchó con pintura roja. Eso no está bien. Ateayer alguien de signo contrario ha entrado en el cementerio civil de Madrid y ha manchado con pintura blanca la lápida de la Pasionaria, y también la del fundador del PSOE, Pablo Iglesias, que están al lado una de otra a la puerta de dicho cementerio. (A este cementerio sí fui, por curiosidad, y con intención de ver la tumba de Pío Baroja, aunque no la encontramos, porque no está nada destacada.)

Lo de anteayer, como lo de hace unos días, no es debate, es simple vandalismo, destrucción y odio. Creo que recientemente también se ha atentado contra algún monumento a los caídos de la División Azul.

Los políticos deberían tener cuidado con no cargar a la gente, porque siempre hay bobos que se disparan.
Y así sucedió en la Guerra Civil.

martes, 5 de febrero de 2019

Robin Top Hat

Si "Robin Hood" (Robin Capucha) robaba a los ricos para dárselo a los pobres, ahora estamos en el lado opuesto de los valores; rige "Robin Top Hat", o Robin Chistera.

Este espíritu hace que hoy un padre de familia que gana 1.000 euros al mes rompa la hucha para comprar para su hijo por 75 euros la camiseta original de Messi, persona física, que no ganará menos de 100.000.000 de euros, alguna parte de los cuáles se los dan generosamente los compradores de esa tela "porque le aman" y él y los suyos se enriquecen todavía más con este devoto y generoso amor.

A mi lado hay montones de gente que presume de comprar sus cosas por Amazón (o por Ámazon, como dicen los más finos). A cambio de esta preferencia han creado un turbomagnate que ha adelantado a todos los clásicos de más largo recorrido (Bill Gates, Amancio Ortega). Hoy el hombre más rico es Jeff Brezzos, y la mujer más rica es su esposa de la que se acaba de divorciar. Curiosamente casi toda la gente que le hace publicidad a esa empresa también se lamenta de que desaparezcan las librerías, entre otros negocios clásicos que adornaban las ciudades, pero siguen haciéndoles el juego, mostrando lo barato que les ha salido tal o cual cosa, mientras casi todo el dinero que podría quedar cerca y repartido, se acumula groseramente lejos en montañas dignas de Tío Gilito.

Esto es la globalización: hinchar un globo de riqueza mundialmente. Parece que puede ser conveniente para una mayoría (compramos más barato) pero a la larga es un desastre, porque ellos arrasan con todo, y muchos de los que le compran todavía no saben que están serrando por el interior la rama encima de la que están sentados.

No: el mundo no puede ser todo entero de estos líderes visionarios que acaparan eliminando intermediarios y construyendo monopolios. Los demás deberán vivir, y no de limosnas que nos den, sino de un trabajo honrado y un beneficio justo.

Dicen que todos los taxistas madrileños oyen a Federico Jiménez Losantos, (yo no le oigo así que no sé qué es lo que opina de esto) pero ahora son extrañamente de Izquierdas.
Las empresas Uber y Cabifay han entrado en el terreno del taxi, que estaba monopolizado por autónomos, bajando los precios y haciéndose con el mercado. En España les defienden las derechas. La izquierda ha optado por los taxistas. El público consumidor se alegra de la penetración de la nueva economía porque muchos han tenido malas experiencias con taxistas, y sobre todo, porque estos que llegan son más baratos.

Esta situación que, en principio, parece buena, acabará con esos pequeños empresarios, porque  no todo el mundo puede adaptarse,  -los cambios de lo regido por la informática son vertiginosos- y desembocará en que los que llevan estas empresas se hagan, si no lo son ya, más megamillonarios, así como los listos españoles, por ejemplo un inversor se ha comprado ya 1.500 licencias de coches de alquiler con conductor, con el sano interés de convertirse en un oligopolista de este tipo de coches de servicio público que luego subarrendará o se convertirá en empresario de grandes beneficios.

Los animales grandes siempre se han comido a los chicos, pero en estos momentos el globo hinchado de la globalización ha creado unos cuantos monstruos como Godzila que, además son alabados y puestos como ejemplo, de trabajo, ingenio, tenacidad.
Hitler y los suyos también lo eran y su objetivo era el mismo: hacerse con el mundo. Hitler empleaba armas de guerra, estos de ahora utilizan burladeros fiscales y personas que no saben que son soldados voluntarios pregonando ese beneficio a corto plazo que supone tener cosas más baratas, mientras sucumbe todo un tejido de personas y empresas que vivía dignamente hasta la aparición de estos fenómenos.

Yo tengo 54 años y sé me refugiaré en mi huerto; el pasado fin de semana hice injertos a los ciruelos más jóvenes.(pero no os voy a poner foto)

Aunque, como sociedad, no podemos resignarnos al refrán "el que venga detrás, que arree" porque seguramente todavía existe solución. Pero también se debe empezar ahora mismo a tomar medidas: ya que el mercado actual crea en virtud de la informática empresas transnacionales esquilmadoras de las economías locales, tienen que ser los estados los que protejan a sus gentes trabajadoras, y limiten con leyes, ahora que se puede hacer frente a Robin Top Hat y a sus palmeros (pronto cuando ellos tenga todo el agua y nosotros un desierto, nadie podrá). Este es otro cambio climático, de la capucha a la chistera.
Vaya chiste más malo que nos espera.


viernes, 1 de febrero de 2019

Muchos españoles

Hablar mal de la patria, hacer burla de nuestros abuelos, escuchar con resignación a nuestros peluqueros, maestros de baile, operistas y cocineros, sátiras despreciables contra la nación; hacer como que habéis olvidado vuestra lengua paterna, hablar ridículamente mal varios trozos de las extranjeras y hacer ascos de todo lo que pasa y ha pasado desde los principios hasta acá.
José Cadalso (1741-1782)
Completamente vigente, salvo en lo de los maestros de baile y operistas, que nadie les ha escuchado en estos tiempos, porque son de otros. Los españoles deberíamos haber leído a Cadalso (yo no le he leído hasta ahora) y también interesarnos más por conocer nuestra historia.