martes, 26 de noviembre de 2019

Una modesta proposición sobre política informativa.

¿Por qué, desde siempre, no se informa detalladamente de los suicidios? ¿Por qué no hacen esto los medios de comunicación si es una de las conductas que más curiosidad despierta en la sociedad? Pensad en de qué se habla en un barrio cuando se ha suicidado alguien. Hay voracidad por conocer todos los datos y todo el mundo está dispuesto a compartirlos. Nada tiene más interés.

Muy sencillo, es una conducta contagiosa, induce a ello exponiéndolo como una opción, por lamentable que sea. Yo lo he vivido cerca: amigos, familiares, vecinos, y profesionalmente, mucho más.
Recuerdo al médico forense del  primer juzgado donde trabajé ¡cómo se disgustó al saber que el diario local había publicado una foto de lejos del lugar donde se había suicidado alguien¡ Descolgó el teléfono para amonestar desde su autoridad esta publicación directamente al director del periódico.
Se trata de una ley no escrita de política informativa, y evidentemente, aparte de la filantropía,  el forense no quiere más trabajo: a todos los suicidas ha de hacerles  autopsia.

Los que me seguís sabéis que un libro que me influyó mucho y que es absolutamente inadecuado como lectura para una persona de quince años como tenía yo; es el Werther, de Goethe. En ese libro se describen las cartas de un joven enamorado que, por amor a una mujer casada que no puede corresponderle, se suicida bellamente para demostrar su romanticismo. También he leído que en los años de publicación de este libro hubo una epidemia de suicidios entre los jóvenes que lo habían leído. Yo mismo lo tuve como opción hasta que maduré.

Conclusión: el suicidio es malo, no se quiere promocionar, luego ni siquiera se informa.

Por no abandonar el tema, desde primeros del siglo XXI tenemos que la conducta más famosa: es la de Mohamet Atta y los otros suicidas para destruir a su enemigo. ¿Cuántos de los que buscan morir matando imitan la inmensa publicidad de aquel egipcio? Está claro que en ese caso no podía soslayarse la publicación de la noticia, pero también se podría estudiar cuántos más suicidas de los que han venido actuando hay que tenían la foto o el ejemplo de ese asesino kamikaze. La gente imita a los innovadores que muestran que una opción es posible.

Y ahora, antes de entrar al tema que voy, tengo que declarar que la persona que más quiero es mi hija y le siguen mi mujer y mi madre, empatadas en el segundo puesto. Mujeres las tres. Subrayo que yo no he maltratado ni fantaseado nunca con la violencia de ningún tipo contra las mujeres.

En España se publicita y se publicita cada vez que un hombre mata a una mujer con la que tuvo lazos sentimentales, se pone el ordinal al asunto: este año vamos por 52, y se acompaña de declaraciones condenatorias de personas de la sociedad, o de los políticos; en las televisiones se muestran imágenes de las concentraciones de repulsa.
¿Esto frena los homicidios, o los maltratos? yo creo que no: las cifras cantan.
La primera mujer que se hizo famosa, además por la barbaridad su asesinato pues su marido la roció con un líquido inflamable en 1997, se llamó Ana Orantes, había salido en la televisión denunciando los maltratos y amenazas de su exmarido.
Desde entonces le política informativa nos machaca con estas realidades, condenándolas, por supuesto. Se hacen películas, series de televisión e infinidad de canciones, poemas, anuncios, carteles, cuadros, amén de miles de manifestaciones, y declaraciones públicas de muchísima gente. Ayer fue el día contra esta lacra y volvió a salir mucha gente a la calle.
Esto, lejos de concienciar a la sociedad potencialmente agresora, para mí que la incita. No creo que sea muy difícil elaborar estadísticas de las fallecidas antes de aquel suceso y después. Claro que si alguien demuestra que gracias a esta política informativa de altavoz y cacareo, estadísticamente son asesinadas 15 o 20 mujeres más al año, ¿dónde quedan todas las personas que la promueven?

No voy a decir que se haga con mala fe, ni con intención de vender información, imprimir folletos o carteles, hacer anuncios de televisión, aunque haya gente que viva de eso. No. Simplemente afirmo que habría que mirárselo no fuera a ser que omitiendo la información se redujeran las cifras.

El hecho de que, por ejemplo, a partir de ahora se publicitaran más los suicidios, pienso yo,  sencillamente, haría que personas que tienen esa inclinación se les ponga de manifiesto esa opción. Lo mismo a personas violentas, que por los motivos que sean, celos, discusiones por los hijos etc. (que nunca son motivos) son violentos y tienen esa inclinación, lo contemplan como opción: "lo hace mucha gente" es suficiente para contemplarlo como una posibilidad. Lo mismo sucede con determinadas conductas de riesgo como escalar, hacer el tonto en una moto o en un coche, escalar edificios, subir al Everest andando, son cosas caras y peligrosas: a mucha gente le cuestan la vida y serias lesiones, pero cada vez se hacen más. La motivación viene de algo tan trivial como la moda, peinados, metales atravesando partes de nuestro cuerpo, fumar, los tatuajes... ¿dónde estaban antes los tatuados?, cuando yo era joven en la cárcel o en la legión.
Por cierto la legión publicitaba la temeridad con la canción Soy el novioo de la muerteee.

Abundaré más: (me he acordado porque cantan esta canción el los mítines) en España no había ultraderecha, o sí, y estaba camuflada en el Partido Popular, que guardaba las formas. Ahora sí la hay: y ha venido para quedarse. La culpa la tiene quien la promocionó, que para mí no fue otra que la socialista Susana Díaz, que en una campaña electoral les dio muchísima "cancha"; toda la que no tenían, con la intención de dividir el voto de la derecha. Lo consiguió, ahora la gente lo contempla como una opción. El voto de la derecha estará siempre dividido, pero habrá portavoces políticos que desde su representación legítima, nos van a colar muchos mensajes extremos que la derecha de hace unos años ni soñaba decir. Han entrado en la moda.

Y concluyo, aunque nadie me hará caso, como siempre. A lo mejor en el tema de los asesinatos de mujeres habrá que cambiar la política informativa, porque esta si no los promueve, al menos los ha aumentado.


PD   Y nadie piense que veintidós años después es que los hombres somos más machistas, o por lo menos si lo piensa, que mire un poco a su alrededor y compare, antes de decirlo en voz alta.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

"Quien todo lo quiere, todo lo pierde"

Esta frase la leí en El Criticón,  recomendable libro del clérigo y moralista Aragonés del siglo XVII, Baltasar Gracián.
Supongo que esta lección contra la soberbia ya me la explicó el cura Don Macario en las catequesis que nos daba a los niños los domingos por la tarde, después del rosario: había un ángel que era el mas bello, se llamaba Luzbel. Era tan soberbia su belleza e inteligencia que  quiso disputar con Dios, entonces uno de sus compañeros, el Arcángel San Miguel (1), le combatió y fue expulsado del cielo al infierno. Es el ángel caído, que tiene una estatua en Madrid, pero es también Lucifer y  Satanás: el Diablo, para entendernos.
Así de caro cuesta la desmesura en la religión cristiana. Pero no menos que en la mitología griega; a Icaro le pasó otro tanto, "se vino arriba" y al final el sol derritió la cera que unía las plumas de sus alas. Seguro que los chinos los hindúes y hasta los aborígenes australianos tienen mitos parecidos para combatir la desmesurada ambición.

Por recordar las clases de microeconomía que recibí en mi carrera, existe algo parecido en esta disciplina que enuncia que el mercado ideal es el llamado de "competencia perfecta", de manera que si aumentan los beneficios marginales de un negocio inevitablemente surgirán competidores que te pondrán en tu sitio, es decir la única manera de ganar dinero es hacerlo con humildad hacia el público y sin pasarse en los márgenes.

Bueno, es que mirando lo que escribí en las pasadas elecciones generales, el 6 de mayo, me podría creer profeta, pero voy a tomar una cucharadita de este antídoto que acabo de enunciar para no ser soberbio: no creo que fuera el único que sugerí esto a Albert Rivera:
 http://guerracivilenlas5villasdeavila.blogspot.com/2019/05/gambito-de-reina.html



(1) San Miguel significa ¿quién como dios?

lunes, 11 de noviembre de 2019

Cortar el juego.

Hoy media España bromea sobre las próximas elecciones generales anticipadas para antes de primavera. No creo que se les ocurra a nuestros políticos: en las de ayer ganó el voto del cabreo, y les dejó pintada la cara a varios

Ahora tienen que trabajar como un mecánico cuando le llevas el coche:
-"mejor cómprese otro nuevo"
-Ni hablar ¿y usted "pa" qué coños está?

Dicen las escuelas de negocios y muchos predicadores de la autoayuda, que de las mayores crisis salen las mejores oportunidades.
Se ha hundido el centro en varios sentidos, y pululan más vivas las periferias cabreadas, incluida la ultraderecha.

Pues nada: que tienen que ponerse de acuerdo los dos grandes partidos y formar un gobierno centrado en la salvación. De paso aplíquenme consenso y calculadora para reformar las próximas pensiones que no se van a poder pagar, una reforma de la educación, otra del mercado de trabajo, de la sanidad y prevenir incendios e inundaciones y por último: dejar de ser un problema para la gente.

Apunto dos nombres Eduardo Madina para presidente del gobierno y Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta. El de interior actual Marlaska está bien, y el astronauta también me gusta. Luego por el PP deberíamos aprovechar a De Guindos a Montoro, a Pizarro, pero seguro que nombres de economistas solventes sobran.
Se trata de buscar en bien del país. Lo que todos quieren ¿No?

Como dice mi madre cuando hay que ceder o aguantarse:
"El que tenga más cabeza que se valga de ella" 

domingo, 3 de noviembre de 2019

Una reina del mañana

Una niña que tiene hoy trece o catorce años y que está destinada a heredar la corona española ha de empezar a ganarse su puesto del mañana. Precisamente mañana irá a Gerona, Yirona en catalán, a entregar unos premios que llevan su nombre. La niña y sus papás tienen que apretarse los machos, porque torean en una plaza difícil, es la ciudad más independentista de Cataluña; pero este es y, si lo conservan, será su trabajo.
Todo es antinatural  como un ajedrez y la partida tiene que suceder porque el estado no puede abdicar de sus obligaciones de representación, que es a lo que se dedica esta familia.
Hay un tablero y el estado sale con blancas, sus peones tratarán de dominar el centro, pero los peones negros tratarán de hacer lo mismo. Desde atrás la futura reina tendrá que comenzar a "sudar la camiseta" presenciando desagradables forcejeos en su nombre.
Y yo me pongo a pensar qué pensará por sí misma una adolescente, que comienza la edad de la rebeldía, de si merece la pena seguir estos determinismos.

Aunque lo que más deseo es que los jugadores sean prudentes y no haya una gran escabechina de peones.