Desde el coche no me quedó otra que parar y echar una foto a aquello.
Aunque en el espacio para detenerse había una fábrica de bisutería, o de joyería que nos mostraba sus materias primas y algunos reclamos.
¿Cómo no ascender a los pies de esta fortaleza?
En esta capilla del cementerio nos advertían sobre el mosquito tigre. Pero no los insectos debieron de encontrar nuestra piel.
La chapelle parece que es románica.
a los pies del castillo, se entiende que había que inventar la artillería, porque resulta imposible imaginarse cómo conquistar un lugar así si te podían arrojar cualquier cosa mientras subías.
ahora mismo, poniendo esta foto, es cuando veo un osito de peluche
Mirando hacia abajo otra vez.
El río Dordoña visto desde el cementerio de Castelnaud la Chapelle.
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