lunes, 18 de marzo de 2024

Consejos de un sexagenario

 Duerme lo mejor que puedas, que podrás poco y mal, pero para no empeorarlo procura no discutir por la noche con nadie, ni calentarte la cabeza con debates políticos encarnizados.

Si eres seguidor del Atlético de Madrid vete a acostar pronto y ponte un CD de música para piano. Yo lo hice esta semana dos veces: la primera contra el Inter de Milán dormí perfectamente pensando que nos eliminarían (a la mañana siguiente me enteré, de refilónT y sin buscarlo, que habíamos pasado a cuartos y estuve todo el día contento como un tonto) Ayer también me fui con el CD y la mañana de hoy me han dado el disgusto del 0-3, pero he dormido bien. Soy insumiso al fútbol pero del Atlético de Madrid, ójala pudiera dejarlo.

Si no quieres chocolate no lo compres, pero si lo tienes en casa y te levantas de siesta, no trates de entretener tu deseo con otros alimentos más sanos, caerás en ellos y después en el chocolate también. Ahórrate el entretenimiento y engordarás menos.

Cuando estés sentado en una habitación y se te ocurra ir a buscar algo: apunta en un papel adónde vas. Lo normal que te suceda es que yendo a buscar esa cosa se te olvide, y ... termines abriendo la puerta del frigorífico a ver qué hay.                         Y picas.


Lávate los dientes después de cada comida seria o de caer en cada tentación que caigas. Voy a hacerlo yo ahora mismo, que acabo de comer pan con jamón y me resbala el saborcillo por entre los dientes y los labios. 

Apuntaré  ahora mismo antes de levantarme "me voy a lavar los dientes"


sábado, 16 de marzo de 2024

Novelas policiacas.

 Durante un tiempo universitario, muy influido por amigos de entonces,  me hice fanático de este género. Mi entusiasmo comenzó con El Perro de los Baskerville de Conan Doyle, después pasé al llamado género negro donde seguí poniendo en un altar a Raymond Chandler con su Largo Adiós como obra capital, tengo muchas de él y también una biografía. Me gustaban las frases ingeniosas y desafiantes de los detectives cuando les partían la cara, y esa narración entre cínica y autodestructiva en primera persona: pecados de juventud. En tiempos pensaba que era la verdadera literatura: entre social y costumbrista, debidamente salpimentada con un detective singular, que con su humor y reflexiones daba el máximo de entretenimiento instructivo.

Nunca lo he dejado. Leerlas es un buen ejercicio para desengrasar otras obras más pesadas o menos digeribles. Las leo con velocidad y como ésta se retroalimenta al final tengo que parar para no liarme ni perderme nada. En las dos últimas lo he hecho más conscientemente; podría haberlas acabado de noche esprintando un poco, pero dejé colgadas sus treinta o cincuenta últimas páginas. Al seguir en la fresca mañana he recogido sus finales con minuciosidad.


La verdad es que casi ninguna es lógica ni verosímil (no he leído a Agatha Christie, ni a Simenon a pesar de que tengo algunos libros de ellos en mis estantes), pero sí a multitud de autores y sus resoluciones no me suelen convencer, a veces hasta me enoja su final. Lo más interesante son sus presentaciones, sus ambientes, los personajes duros y blandos, insolentes, taimados... pero una de las reglas debe ser la ilógica y la sorpresa: tampoco me convence en el plano de la realidad Colombo, y mucho menos las películas de Hichckoock, sin embargo ambos productos son  estupendos.
"Un extraño en mi tumba me recordó a Vértigo", que es otra obra fantástica en sus dos acepciones basada en un libro de Boileau Narjerac, de quien tengo otra "Maleficios" leída dos veces después de ver vértigo en dos ocasiones. Tanto me recordó que me la he leído "Un extraño en mi tumba" pensando en la cara de Kim Novak. 
Hay muchos tipos de novelas de misterio policial; sigue siendo un género de éxito, como lo fueran las novelas de caballería precervantinas, lo que sucede es que ahora tenemos un mercado global, donde se hacen (o se hacían) también tiradas muy populares que luego acaban en los lances que yo recojo.
Con el tiempo se pueden releer las mismas novelas, porque en estos años mentales míos todo se olvida. Aunque barrunte el final porque lo haya sabido y olvidado, me sucedía parecido la primera vez que las leyera: siempre sospechas algo e intentas retarte para saber cómo se resolverá. Quizá sea la característica de este género: no te pasa nunca con una novela de Delibes, de Muñoz Molina, o de García Márquez.

Creo que este año hasta ahora he leído más libros que he comprado en 2024, me encanta avanzar en la jungla de mi biblioteca. A ver si algún día la dominara y justifico con conocimiento tanto viaje y escarceo por los baratillos de libros.


viernes, 15 de marzo de 2024

Capital humano

Una de las riquezas mejor repartidas es la gente. En todas partes nacen personas ingeniosas, trabajadoras, perseverantes y competitivas en cualquiera de los campos incluído el artístico. Muchos sueñan con hacer el bien a la humanidad, otros con enriquecerse, triunfar socialmente y ser poderosos, pero gracias a su empeño personal o colaborativo, las sociedades los países y el mundo prosperan (aunque también destruyamos a la vez la naturaleza) Amancio Ortega ha dado mucha felicidad y mucho trabajo, pero también Ford, Tesla, que era croata, Fleming, los bolis BIC, Leonarde Bernstein, el Windows.. cientos, milies de personas que han iluminado nuestro bienestar y nuestra vida.

El mayor país capitalista de la historia, Estados Unidos, es tan rico porque atesora su capital humano autóctono, y a él le suma el capital humano y el talento del resto del mundo, Elia Kazan, Hitckock, Billy Wilder y otros mil cineastas, actores y técnicos, pero también tiene ahora a sudafricano Elon Munsk que es el hombre más rico del mundo y el añorado Stive Jobs, creo que era jordano o sirio o libanés.

Vienen a la mente grandes nombres; pero también personas más humildes van a la meca del capitalismo a colaborar y enriquecerse en la medida de sus posibilidades, pero todos o casi todos suman porque saben que tendrán premio. Yo soy amigo de Miguel Grillo Morales quien cumplió su sueño americano con empresas textiles, ganadería, inmobiliarias, y se gasta sus beneficios en subvencionar programas de radio y películas, además de vivir bien, que se lo merece y se lo ha ganado bien.

Cuba, de donde escapó, es un país comunista que exporta desde 1959 su mejor capital humano. Mi amigo Miguel Grillo y su esposa Rebeca y otros diez millones más que crean riqueza en otros lugares, el fundador de Telepizza también era cubano, incluso tengo idea de que los fundadores de Galerias Preciados y el Corte Inglés eran asturianos que huyeron de la revolución cubana para establecerse en Madrid. En Cuba ahora mismo no hay de na: apagones, carestías, derrumbamientos y basura sin recoger acucian estos días. Gran parte de la economía de la Isla se la facilitan los propios Estados Unidos desde donde emigrados de Cuba trabajan y mandan dólares. Esas personas llamadas "gusanos", que sufrieron actos de repudio (escraches) luego se acuerdan de su familia e indirectamente de sus vecinos que se benefician de sus remesas. 

Cuba se desangra de lo bueno y en esa isla se quedan muchos que no pueden irse, pero también vagos, deficientes y enfermos, y la proporción aumenta con los desmanes del mal gobierno que cada vez expulsa a más gente que pudiera ayudar a sostener su economía. Debe ser deprimente vivir en un país sin fe en el futuro, y no ver más que gente valiosa que se va, o otros cavilando cómo irse.

No nació, ni nacerá el hombre nuevo, el mito estajanovista que trabaja como un fiera en beneficio de la sociedad comunista. Sin incentivos no hay productividad. 

                                              Nadie se afana si se lo "afanan".

El sueño comunista cubano se queda en un sueño imposible (o peor: en una pesadilla). Mientras tanto incentiva capitalistas cubanos nativos que soñaron y sueñan con una realidad posible en el país del "sueño americano". O en el ENEMIGO, como les llama Silvio Rodríguez, que tiene un par de hijos que escaparon allí.

jueves, 14 de marzo de 2024

Mendelssohn



 Hay gente que alucina  con lo trabajador que es el tenista Djokovich, con la inmensas obras de Picasso o de Spielberg. Yo hoy estoy impresionadísimo con Mendelssohn porque el domingo pasado pusieron por la radio su oratorio Paulus, que interpretaban la orquesta y coro nacionales de España. ¡Qué preciosidad y qué obra más titánica!: dos horas de música genial que yo no sabía ni que existieran.

Tengo otro oratorio: Elías, que es más fácil de encontrar e igualmente impresionante. Félix Mendelssohn vivió solo 38 años, fue alemán, nació en Hamburgo, de origen judío, pero su familia se convirtió al cristianismo protestante cuando él tenía 16 años, ¡vaya!: resulta que también se entretuvo en toeologías. Compuso muchos salmos, que es música religiosa. Viajó a Reino Unido donde bien saben apreciar a los músicos alemanes desde Haendel, -también a Haydn-, por supuesto que viajó a París y conoció a sus grandes contemporáneos, ¡cómo no iba a viajar a Italia si tiene una sinfonía italiana! Tiene 70 canciones, dudo que mi admiradísimo, y también muy trabajador, Silvio Rodríguez tenga 300, pero es que Mendelssohn tiene 5 sinfonías grandes y decenas de sinfonías de cámara, muchísima música para órgano, piano solo, violín y piano violín y orquesta, piano y orquesta, salmos oratorios música para muchas obras de teatro, algunas óperas, el célebre Sueño de una Noche de Verano con la más famosa Marcha Nupcial junto con la de Wagner, que al principio le admiró y luego le odió por ser de origen judío. Los nazis prohibieron su música aunque parece que el propio Hitler tenía discos de él.

Es increíble lo mucho y bien que compuso este hombre en una época que había que viajar en diligencia y barco, sin todas las comodidades que disponemos ahora, a él le tendría que hacer ropa un sastre y un zapatero. Leyó mucho, escribió muchas cartas también, y reestrenó la Pasión según San Mateo de Bach.

A mí no me cabe en la cabeza cómo se podía hacer esto en 38 años. Solo con el precioso octeto de cuerda que compuso a los 16 años merecería estar en la historia de la música.

martes, 12 de marzo de 2024

Confesión

 

Aquí estoy yo en la última foto de cuerpo entero que me hizo mi mujer. Ha sido en Cádiz, recién aparcados a finales de enero, a punto de emprender la pequeña aventura de buscar alojamiento en un precioso hotel donde nos invitarían a presenciar un ensayo de carnaval que, como tantas manifestaciones culturales, cambió mi vida impresionándomela, ensanchando mi amor.
 
Me gusto en esta foto. Gusté a mi mujer y se la mandó en el acto a mi madre por guasap y mi madre también la alabó mucho en su respuesta.
Es el triunfo de mi vida, mi madre es feliz viéndome disfrutar contemplando sitios bonitos, me siento correspondido por  haber llegado hasta aquí con cincuenta y nueve años y un suficiente repertorio de sensaciones y conocimientos. 
Llevo puesta una prenda de entretiempo heredada de mi padre, ya estaba heredándole ropa en vida, y, ahora que llevo la bandera de su descendencia; muchas veces me digo, mira padre, qué lugares más bonitos te estoy paseando.

Al borde de los sesenta años no tengo ningún reproche importante que hacerme, (quizá no haber tenido más hijos, se me queda mucho amor filial sin repartir) ciertamente de niño prometía mucho, como todo el mundo, pero solo llegan unos pocos a cumplir: Piazzolla, Paco de Lucía, Luis Landero, Álex de la Iglesia, Messi...
Creo que me pasará como a todos vosotros a estas alturas. Hay demasiados caminos empezados, o que se quedaron sin empezar. Gracias a que escribo y fotografío me encuentro retazos de vida que hubiera olvidado. Como soy un poco exhibicionista llevo catorce años contándosolo a gente de varios paises y así compenso el que mi hija no me haga ni caso. Aunque confio (o quiero fantasear) en que en algún momento le entre curiosidad por saber cómo se mostraba su padre al mundo, su pequeño mundo.

Uno emprende hijos por amor, por el deseo de proyectarse en común con la mujer que ha elegido para ello, luego se da cuenta (yo al menos no me di cuenta hasta después) que también proyecta a sus antepasados y que los padres son muy felices reconociéndose como abuelos de sus nietos, pero nunca pensé en que fuera una inversión que tuviera que ofrecer rentabilidades periódicas de afecto. Bueno, el desafecto no me gusta, pero no tengo derecho, y lo recibido en la niñez y primera adolescencia es impagable y puedo consultarlo en fotos y grabaciones, además de mi memoria.

El único reproche de mi vida es haber dejado pasar el tiempo. No haberla jugado exprimida a tope como pasa con el fútbol de ahora, que no se dejan respirar desde el minuto uno hasta el final del alargue. Pero gracias a que me paré a reflexionar en cada horizonte, cada bosque y cada playa la he paladeado gustosamene.
 
A ver qué me llega en la tercera parte. Sé que vendrá lo malo y lo peor, pero aceptaré con alegría todo lo bueno que venga.

lunes, 11 de marzo de 2024

La cita es lo que vale

 


Voy a deshacerme de este libro sin leerlo. No es que tenga manía a El País, que la tengo por sus actualidades, pero también siempre me había fiado de sus productos; he conseguido muchos en el kiosko y, atrasados, en los baratillos que frecuento. La culpa no es de El País: reproduce un libro de Planeta que está mal traducido, las primeras hojas al menos; quien lo perpetró es un tal Roberto Bixio. Y, aunque el libro es prometedor yo descarrilé.

Me encantó la cita inicial de Maurice Maeterlinck, pero ya este nefasto traductor repetía innecesariamente una palabra que yo he cambiado.

Apenas expresamos algo lo empobrecemos singularmente. Resulta que nos hemos sumergido en las profundidades de los abismos y cuando volvemos a la superficie la gota de agua que pende de la pálida punta de nuestros dedos ya no se parece al mar de donde procede. Creíamos que habíamos descubierto en una gruta fabulosas riquezas y cuando volvemos a la luz del día solo traemos con nosotros piedras falsas y trozos de vidrio; sin embargo en las tinieblas relumbra aún, inmutable, el tesoro.

Muchas veces me despierto en la noche y manoseo esos tesoros, estoy a veces luchando por volver a dormirme, aunque últimamente ha habido ocasiones que salgo a escribir, pero entre que me visto, enciendo el ordenador saltando pantallas y contraseñas, y luego me lanzo a la plana blanca del procesador, ya se me ha escurrido casi todo el agua que traía en las manos, con lo que queda en el cuenco y la humedad trato de retener en letras aquellas ideas, pero no consigo hacerlo nunca, aunque sea lo mejor; cuando me vence el sueño, o me quiero sentir seguro de que lo recordaré mañana, entonces sí sale la cosa más insulsa, roma y defraudante.

Suelo escribir también, algunas veces, cuando corro. En este caso es instrumental: procuro concentrarme y así no me doy cuenta de cuánto me cuesta y cuánto me estoy cansando y lo que duelen mis tendones y pesan mis 89 kilos, es un truco que sé a la luz del día que es imposible de revelar, (positivar la fotografía) pues primero tengo que volver, después subir la cuesta, beber agua, quitarme la ropa, elegir ropa limpia, ducharme y encender el ordenador ..etc. Creo que queda algo y a veces lo aprovecho, pero el teosro de Maeterlinck sigue en la caverna de Platón.

Lo único concreto que sí saco es medio kilo menos en báscula, a cambio de hora y media de trote y hacerme quites con muchos trucos. En este caso lo que más suelo hacer es fantasear: es que contar los pasos y sentir los sufrimientos, y preguntarme ¿qué hago pasando frío y pisando chinarros a las ocho de la mañana? es masoquismo que mi mente no resistiría.



domingo, 10 de marzo de 2024

Una de buenos y malos

 Quien nos cae bien a nosotros es bueno; quien nos cae mal es malo. Hace poco escribí aquí, sin saberlo pero sospechándolo, que la Amazonía estaría peor hoy que con Bolsonaro. No tengo ninguna duda de las maldades de Bolsonaro, pero alguna bondad tendrá para muchos brasileños si que tuvieron que unirse todos los demás partidos contra él y aun así le derrotaron por los pelos.

Otra cosa es pensar que Lula iba a comenzar la restauración ecológica de la Amazonía, como se decía por aquí; o, siendo menos ambiciosos, a parar su destrucción como pulmón de oxígeno y reservorio biológico del mundo. Parece que no, que no puede o no quiere, según Luis Pancorbo que conoce bien la Amazonía y a los yanomamis desde hace bastantes décadas no le dejan, aunque no le culpa de ello. Pero le salva. Le pasa como a Pedro Sánchez que gobierna solo para quien le mandamás, y lo que prometieron Pedro y Lula es humo de pajas. 

(No quiero ninguna de las dos cosas, pero prefiero que se independice Cataluña a que la Amazonía se transforme en un vergel de maiz y soja transgénica y ganadería extensiva)

 https://luispancorbo.blogspot.com/