miércoles, 29 de junio de 2022

Ríos de piedra en los Montes Universales.



 

                                  Nuevas vistas de Albarracín con cielo azul de aquella mañana

Volvíamos el Jueves Santo después de pasar la noche en Albarracín, atrochando por lugares sin nombre, de esa provincia de Teruel que no existía hasta que la hemos visto. 

No hay ningún lugar vacío en el mundo, sean llanos, montes o costas, la acción del hombre en el minúsculo periodo desde que estamos aquí, y la magna acción de la naturaleza desde que se configuró el mundo han dejado su firma en los paisajes, de manera que no hay ninguno que no sea singular, sobre todo si lo miramos con buenos ojos de viajeros.


En esto que llegamos a Orihuela del Tremedal

En este hermoso pueblo tomamos el desayuno, pero habíamos visto un cartel llamando la atención sobre un río de piedra. Que ¿Qué es eso? pues esto que pongo abajo. Nosotros tampoco habíamos visto nada igual. Por debajo debe ir agua lavando las piedras.





Pues este es el río de piedra, que además está en los Montes Universales, para que luego digan que Teruel es muy palurda y no tiene pretensiones, porque podían ser Galácticos, que es un poco menos, Universal es lo más.
un mirador que tenía nombre pero ya lo olvidé.

 



viernes, 24 de junio de 2022

La muerte recuerda a la muerte.

 Ayer se murió el padre de un amigo y hoy hablé con él. Bien sobrepasados los noventa años, como al mío con ochenta y cuatro, le quedaba poco por decir. Pero ahora no queda; desde que murió mi padre, se me han ocurrido bastantes preguntas que hacerle; ahora se le van a ocurrir a mi amigo. Queda un hueco raro, un hueco descolocado. Aunque racionalizamos su muerte, porque es verdad, la vida estaba cumplida; siempre parece que me falta algo cuando termino de hablar por teléfono con mi madre. 

Fueron testigos de toda nuestra vida; aunque no lo supieran, nosotros sabíamos que estaban ahí.

Y sabíamos que debíamos hacer algo excelente de lo que pudieran sentirse orgullosos, y se nos ha quedado, definitivamente, la deuda sin pagar. Somos viejos y, ahora ya sí, vamos francamente hacia la muerte. Mi padre quedó en un hoyo, al que yo eché tierra, pero me di cuenta del hueco que espera, ya no puedo ignorar que está ahí.

Ahora somos los últimos dueños de un puñado de recuerdos; unos recuerdos íntimos, intranscendentes, pero que eran vida. Nuestra única vida.

A mí en cinco meses no se me termina de pasar, y no sé si quiero que la ausencia se quede un poco siempre por aquí.

martes, 21 de junio de 2022

Ruidos en mi felicidad.

Muchas veces uno no sabe por qué, pero hoy voy a hacer una lista.

-Hace unos días que se fueron los grandes calores, mientras nos castigaban el sueño de la noche y nos llenaban de indecision galbanosa el día yo me prometía que haría un montón de cosas cuando llegara el fresco que ha llegado y no estoy cumpliendo lo prometido.

-Hace unos días se me ha roto pequeño un trozo de diente: el mismo que me repararon hace tres o cuatro años (fue bastante antes del covid, seguro) y no me apetece volver a la dentista.

-Estoy liado con la renovación de la bolsa de trabajo del ministerio de justicia, lios, contraseñas, páginas web que no funcionan y hartura.

-El sábado me hice once kilométros y doscientos metros andando y diecisiete kilómetros y medio en bicicleta y a consecuencia de esto último (no sé si me haría algún dañito más trabajando en el huerto) me duele el codo.

-Aún no terminamos los papeleos fiscales de la muerte de mi padre y se van acercando los plazos máximos.

-Estoy comiendo demasiado dulce y el método Mayo de adelgazamiento que me iba a llevar a los 90 kg. hace aguas por todas partes.

Pero una vez que racionalizo todo esto pienso que es lógico que me encuentre disgustado, molesto, "maltocado" (que diría mi madre). El hecho de que tome la perspectiva de analizarme desde fuera me hace independizarme un poco de todos estos contratiempos y me conforta porque me contemplo como inteligente, y dueño de un autocontrol envidiable.

Y me vengo arriba, (o casi)

sábado, 18 de junio de 2022

Más Albarracín.

 Era miércoles santo y nos costó trabajo encontrar alojamiento. Todo estaba lleno en todas partes para los siguientes días y también para los previos a la semana santa. Pero tuvimos hueco. No obstante como llovía un poco pude hacer buenas fotos sin gente.


Nunca me informo antes de ir a los sitios. No quiero tener fotos previas en la cabeza, ni siquiera quiero saber la historia, a no ser que ya la sepa como sucedió en Brihuega. Si la sé camino de su mano y puedo recrearla e imaginar al verlo. No era el caso de Albarracín, entonces se me abren varias opciones, o imagino la historia aproximadamente, o la disfruto como si pudiera haber sido parte de mi niñez, vueltas, fantasías, escondrijos, juegos, baños... O la disfruto pensando lo interesante que sería pasar quince días allí agotando todas sus posibilidades.

Yo fui muy felíz en mi pueblo, pero hay que reconocer que en Albarracín se podía haber pasado también una fructífera y aventurera niñez.







 no hay color en el cielo porque estaba nublado y a ratos llovía, pero se compensa con la claridad y limpieza de los colores de los elementos terráqueos y edificaciones.



                                     recuerda bastante a Molina de Aragón.







jueves, 16 de junio de 2022

Albarracín, destino imprescindible.

Albarracín es un pueblo fortaleza, un enclave estratégico para proteger valles, puentes, pasos. Suppongo que tendrá una historia larga, no muy lejos está el acueducto romano de 25 kilómetros, pero lo que queda es más árabe, su nombre y cristiano las iglesias y conventos.
Albarracín es una ciudad turística en la que no se puede aparcar más que pagando, sobre todo en los grandes días como en los previos a la Semana Santa, que llegábamos. El ambiente está cuidadísimo y merece mucho la pena ir de "cosa hecha" aunque no hubiera todo lo que hemos encontrado por el camino.

por supuesto es un pueblo turistisquérrimo y hallaremos decenas de individuos de nuestra especie.

Esta es la casa más famosa de Albarracín, que había visto en cientos de fotografías, cuadros, documentales, y seguro que alguna película. Cuando la vi por fin, no me imaginaba que iba a aparecer de esta manera. Suele suceder.

Nos tocó una tarde un poco gris, de esta manera recordaremos esta población hasta que volvamos y hallemos otros colores.
                     No hay que tener vértigo, y sí calzado apropiado y buen ánimo andarín.


 Hay rutas y caminos para llenar varios días. Es importante tener la batería de la cámara recientemente cargada y una tarjeta con varias gigas porque uno es deslumbrado por la cantidad de belleza que aparecerá ante nuestra voracidad de ver y retratar. Seguiré mostrando.

 

jueves, 9 de junio de 2022

Viene más calor y me entra una comezón.


 

Hoy es 10 de junio y ya tengo maduras algunas grosellas, las frambuesas y las cerezas. Recojo muy prematuramente, en comparación con otros años, verdolaga (una "mala hierba" que crece espontáneamente y  que aprendí a aprovechar en ensaladas). Es que el año se presenta con calores apocalípticos y el padre que soy de todas mis frutas y hortalizas querría acaparar ya todo el agua que quizá escasee; lo barrunto. 

Y quizá riego más de la cuenta, y quizá malcrío a mis hijas, pero no puedo evitarlo. Ha habido muchas muertes por disputas de agua. En mis ocho años de hortelano nunca he discutido, aunque he hecho todo lo posible porque mi prole no estuviera desasistida del vital elemento y eso ha traído consigo el ir muchas veces de noche con una linterna a desviar el agua a mi regadera. Ventajas de tener el huerto al pie de mi casa.

Siento que este año voy a tener que pelear, y esa pulsión telúrica irracional es difícil de explicar a quienes no tengáis huerto, ni tampoco seáis padres.

Es un desasosiego prematuro. Supongo que también es porque también ya he visto flores en algunas tomateras, cosa que no recuerdo tan pronto otros años, y quiero santificar mi boca con el frescor de su fruto. 

¿Padre caníbal? ¿Saturno devorando a sus hijos?: quien tiene huerto me entiende.

miércoles, 8 de junio de 2022

El acueducto de (más o menos) Albarracín

 Yo nací a menos de 60 km en linea recta del acueducto de Segovia. De pequeño lo vi en la primera excursión en autobús que recuerdo. Más tarde he pasado muchas veces en autobús y en coche por debajo de él. Me daba miedo y mucha responsabilidad chocarme no fuera a ser que me lo cargara y además saliera vivo (la tierra me hubiera tragado) Bueno que el Acueducto es el acueducto de Segovia. 

Pero el acueducto romano más largo que se conserva en España es el acueducto de Gea, que yo descubrí en una reciente y estupenda serie de la segunda cadena sobre las arquitecturas romanas en España.

No lo buscabámos, pero nos salió al paso. Llovía, e íbamos a Albarracín. Solo estábamos por allí un matrimonio con hijos, de Zaragoza y nosotros. Es que Teruel pilla un poco a tras mano, aunque tenga tantas cosas que ver.






  Es así, difícil de interpretar, pues le faltan muchos elementos (tipo acueducto de Segovia) pero mide 25 kilómetros aunque nosotros solo recorrimos un par de ellos como mucho. Es impresionante y como diría Obelix.

¡Están locos estos romanos!

viernes, 3 de junio de 2022

Todavía más Teruel

Tanto el mudejar como el neomudejar son una virguería de ladrillos, una artesanía de los alarifes, de los albañiles ambas palabras vienen del árabe. Yo he trabajado algo con ladrillos y cemento y es mucho más difícil de lo que pudiera parecer el hacer una simple pared que no se caiga porque salga torcida así que admiro a quienes hacen belleza práctica con estos materiales. Aquí tenemos la escalinata que montaron los turolenses para recibir a los visitantes que llegan por ferrocarril.







Estas torres son patrimonio de la humanidad.


Pero merece ser destacado también este viaducto anterior a la guerra civil que comunica la vieja acrópolis con el Nuevo Teruel de entonces.
Hermosa calle peatonal, hay uno nuevo que se vé cubierto, a la izquierda.
De noche no puede ser más resultón.