viernes, 31 de enero de 2025

Estaing, otra parada obligatoria

 El primer presidente francés cuyo nombre supe fue Valery Giscard d'Estanig. Persona de porte elegante aunque aficionado a aceptar diamantes como los le regaló un sátrapa africano llamado Bokassa. Lo peor de pringar en la corrupción es que manchan tu nombre p'a los eternos y también la combinación de letras del nombre del pueblo de donde provienes, que resuena a un viajero en 2024 lo que os importa de verdad es conocer y disfrutar la belleza inmarcesible de este lugar.


Escribo esto con el mosqueo en la cabeza de un nuevo trámite que dicen que hemos de sufrir los automovilistas que lleguemos a Francia: encargar una pegatina de cinco euros para circular a este hermoso país, que tiene gasolina cara, y aparcamientos difíciles y costosos. Espero que no me corte el rollo viajero hacia allí, pero no sé si les vale la pena por tan poco dinero, ensuciar mis ilusiones de volver. ¡Qué hermosa era la libertad!
Abundaré en que estas historias burocráticorecudadoras gravitan en la voluntad de todos. Mi amor por Francia creo que hará que pase por eso, pero la pereza, y la rebeldía también harán que me lo plantee suciamente, y no con la limpieza que era "vamos p'a Francia" tranquilamente. 
Os contaré que desde que impusieron impuestos a los premios de la lotería primitiva, allá por enero de 2013, no se me ha ocurrido volver a echar ningún boleto, no es que lo hiciera antes con frecuencia, pero me sentí expropiado en mi ilusión del bote, que desde entonces ya dejó de ser una cifra mágica; lo primero era la obligación de depositar un 20% del premio. Esto se podría haber solucionado reduciendo los premios anunciados y quedándose la parte correspondiente la hacienda pública, y ¡vale! obligando a hacer la declaración cuando correspondiera. A mí me caparon la ilusión, y perdieron un modesto jugador.
Pasa lo mismo con las ecotasas, que te dicen el precio de la habitación y te parece bien: nos quedamos; pero luego viene los dos euros de la ecotasa, ¡pues dínoslo en el precio! ¡narices! 
Perdonad, sigamos disfrutando.
dulce y carnal maternidad; por cierto, recientemente escuché que los franceses están disminuyendo esta virtud de reproducirse: habrán bajado de tres a dos, mientras que los españoles tenemos uno o ninguno.

El capitán Trueno era mi héroe viajero de la infancia, Goliat Crispín Garritas Jujú, Gundar.... desaparecieron en la vida. Yo solo viajo con mi Sigrid, aunque los paisajes sean parecidos y las aventuras sean absolutamente incruentas y poco heroicas.



Cada paso es un descubrimiento: lugares donde quisieras haber vivido un tiempo de verano, con amigos chicas, guitarra, noches cálidas, verbenas... 
Viajar para nosotros es homenajear el trabajo del los hombres para aprovechar la naturaleza en sus vidas, en su protección, en sus preces a un imaginario ser superior... que es lo máximo en el arte.









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