Llevaba varios kilómetros viendo girasoles y deseando fotografiarlos, pero solo encontré un lugar idóneo para parar al lado de una iglesia con cementerio y al introducirme en la tierra me di cuenta que estos girasoles estaban ya un poco cabizbajos,
La tierra era arcillosa y se me pegaba a las zapatillas, pero yo quería hacer fotos poderosas de estas cabezas tristes, apesadumbradas.
mientras tanto mi mujer se metió a hacer fotos en un cercano cementerio
este farallón como veis es el mismo de los girasoles
el río construyó este valle desgastando esas piedras, y ahora va por ahí debajo.
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