Desde abajo del valle del Lot ya veíamos ayer una iglesia erguida sobre el farallón. En nuestro mapa el nombre de la localidad de este artículo tiene un recuadro azul, lo cual es una atracción infalible. Y así lo era para muchos otros viajeros. Es imposible parar en la carretera, está prohibidísimo, mucho más entrar al pueblo si no es uno residente, y todo te conduce a unos aparcamientos de pago que están a un kilómetro del pueblo. Resulta que los aparcamientos tienen un cartel que dice que los veinte primeros minutos son gratis, y sacas un papel con tu hora de entrada y se levanta y cierra la barrera cuando has pasado. También está escrito que hay una tarifa plana de 24 horas por 7 euros. Yo pensé y entendí que la hora del papelito que me dieron serviría para algo y el reloj nos diría has estado hora y media, luego haría la cuenta que diría tienes que pagar 2,20 € por ejemplo.
No, el mensaje debía decir algo así como si pasas de 20 minutos te cobramos ya 24 horas, así que al querer salir la barrera no se levantaba si no pagabas las veinticuatro horas. Esto son conocimientos útiles que da el viajar por Francia, como que el aparcamiento de Mont Sant Michel del año 2019 costó 14 euros.
Es decir la entrada para un coche a este hermoso pueblo vale siete euros. Podrían haberlo dicho así y ahorrarse los relojes y los papeles, y el pequeño berrinche de impotencia que me llevé yo cuando me moví a toda velocidad para ver y hacer estas fotos, que debería de haberlo hecho más tranquilamente, pues ya estaba cazado. Lo malo es que me enteré cuando ya había andado el kilómetro de vuelta.
no es una broma lo del mirador acropolíptico, si observáis a unas personas arriba a la derecha de la foto siguiente
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