La estación de tren: siempre guardamos un cariño para ellas
Un día os conté que los estorninos no hacían más que chillar y que olía persistentemente a su penetrante palomina: era aquí.
El servicio de caballeros a la puerta de la plaza de abastos.
La crisis mató comercios y convivencias también aquí.
Parte del centro de la ciudad es habitado por extranjeros o franceses de etnias pobres
Domingo por la tarde ya no hay iglesias abiertas que enseñaros
Fuente del color de hierro
Bateau mouche.
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