Al día siguiente teníamos que salir con el coche antes de las nueve de la mañana, porque lo habíamos aparcado en la zona azul al ser gratis en festivo, pero no queríamos ninguna multa por despistarnos del detalle de que iba a ser laborable.
Al salir del museo observamos que metro y medio por debajo la misma plaza mayor que vimos hace unos días se muestra un fragmento de la calle romana narboniense, no sé si es el cardus o el decumanus, pero calle principal tenía que ser al revelárnosla así.
edificio decimonónico de una institución que ya se preciaba hace más de cien años de tener un par de siglos.¿Podría ser una clínica dentista por los dolores que aparentan estas esculturas?
Envidiamos los civilizados canales franceses; bueno, envidiamos el agua que circula por ellos que es su causa y razón-
vista panorámica
La plaza de abastos había sido elegida la mejor de Francia algún reciente año, pero ya os he dicho que nosotros teníamos que salir pronto el lunes.
La fuente de los tritones en la plaza mayor
La calle Violet Le Duc, el arquitecto que descubrimos en este viaje, y que ahora meses después nos sale por todas partes. Es como de nuestra familia y nos extraña no haber reparado en ello antes.
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