Supongo que todos conocéis la leyenda: una zorra pasó por la puerta de una casa donde no vivía nadie pero quedaba esa parra sobre el dintel, de la que colgaban racimos de uvas gruesas y llamativas. Intentó auparse subiendo al poyo y saltando, pero no logró apañar ninguna con sus dientes.
Cuando se hubo cansado, de saltar y de dar diente con diente, en lugar de desesperarse declaró "bah, están verdes".
Es una confesión de impotencia ¿verdad? deprime, da rabia... puede ser. Pero también es una estrategia de racionalización, la inteligencia de menospreciar lo que antes se deseó, con ilusión, con vehemencia.
Es conveniente retorcer políticamente los argumentos. Empezar a ver defectos en la chica que te rechazó, o las ventajas de liberarse del compromiso que comporta el noviazgo no conseguido, valorando la libertad de estar solo.
Veréis, yo quisiera haber triunfado en la literatura, un poco al menos: lo que es publicar un libro como se hacía antes, que te lo publiquen otros porque alguien piensa que es bueno y se va a vender, y además que se encarguen de la venta.
Otra cosa no quiero. Aunque Muñoz Molina y Camilo José Cela empezaron así, yo creo que ahora hay demasiados libros autoeditados y la inmensa mayoría no se leen de la misma manera, no triunfan como sus autores hubieran soñado. Yo, al menos, ya no compro desconocidos no avalados (ni siquiera a un euro), y menos autoediciones.
Me digo que peor sería la fama, ir por ahí con gafas oscuras, que te pregunten de todo, que piensen y que actúen para que les saques en la próxima novela, que busquen derrotarte dialécticamente, que te acuchillen y te salten un ojo como a Salman Rhusdie...
Esto es el estánverdismo, cuando uno no consigue lo que quería, hacerlo de menos, ajar ese sueño, ningunearlo.
Yo creo que ya no seré aquello que hubiera podido ser para que mi madre o mi hija estuvieran orgullosas de mí. Mi estánverdismo es conformarme con vosotros, y con los venideros lectores del blog; por cierto desde que publico diariamente tengo un público fiel y creciente. También me satisface lo que he escrito en mis Facebook de Fotos antiguas o Paisajes de Cardeñosa. El pasado dos de enero una chica de mi pueblo me dio unas cariñosas gracias y me animó a seguir, y eso que aún no conocía este blog. Quiero pensar que era sincera y también que hay más gente que disfrutó de lo que escribí y mostré y eso me ayuda a flotar en algo así como un reconocimiento. Aunque quizá no lo mostré, estoy muy agradecido a ella y a vosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario