Me refiero a Donald Trump, que se muestra tan hiperactivo que pareciera que sospecha que la muerte le va a cazar pronto.
Creo que no piensa todo lo que hace. Dispara aranceles como un bravucón, pero ya los ha retrasado dos veces para México y Canadá. Cuando escribo esto parece haberse enfurecido con Putin y le ha amenazado también con aranceles. A un país como Rusia que es tan enorme y sufrido, que hace casi ochenta años estaba ocupado por los nazis, que puso más muertos que nadie en la segunda guerra mundial, y que ahora mismo está sancionadísimo en el deporte, no juega ninguna copa de Europa, no ha podido ir a las olimpiadas... se va a amilanar por unos aranceles por duros que sean...
Las bolsas bajan, el dólar se deprecia frente al euro, supongo que habrá un montón de gente y de empresas acaparando mercancías de las que este hombre amenaza con arancelar, distorsiones en los mercados, alguien ganará mucho, y algunos se arruinarán tratando de anticiparse, de adivinar.
Dice haberle cortado a Ucrania la información de sus satélites sobre los misiles rusos, y también los envíos de armas y municiones. Pero imaginemos que los ucranianos se rinden ante la apabullante superioridad militar, como hicieron los franceses en la segunda guerra mundial, para que no les arrasen el país y Rusia ocupa todo su territorio como la URSS, ¿Quién se quedará con las famosas "tierras raras"? ¿Cómo va a pagarle la deuda militar un país que ha sido engullido por otro? Si Putin se merienda toda la tarta de Ucrania le dará lo mismo que Trump le ponga los aranceles que quiera. Y los americanos habrán perdido todo lo invertido.
¿No conoce Trump el cuento de Pedro y el Lobo? No se puede estar siempre amagando con lo mismo.
En poco tiempo los países del mundo van a perder el respeto secular hacia unos Estados Unidos al comprobar que lo dirigen los caprichos y las ocurrencias un viejo soberbio que no respeta a nadie (ya ni respeta a su "amigo" Putin)
Hay miles de profesionales en las citys haciendo análisis sobre futuros, sobre tendencias, sobre valores y acciones, que antes podían intentar seguir una lógica, pero ahora es la lógica es la de un mandarín octogenario, presumiendo de testosterona, que pasa por encima de todo según le dé, porque le ha tocado en una tómbola un país y cree que también un planeta para hacer con ellos lo que le dé la gana.
El mundo es muy grande y puede que se reorganice puenteando las bravatas de este anciano resentido.
Lo cierto es que si no le sujeta su "familia" como se hace con otros viejos a los que se les va la olla, va a hacer mucho daño.
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