domingo, 7 de septiembre de 2014

COSAS QUE DESCUBRÍ POR HABER IDO A ROMA

1.-En Roma a diferencia de Madrid, Barcelona y cualquier otro lugar de España, apenas si  hay chinos. Yo pensaba que este grupo nacional, que aquí está representadísimo en todas las ciudades y hasta en pueblos bastante pequeños, había penetrado por igual en todos sitios y su influencia se dejaba notar como futura primera potencia industrial que son o van a ser. No, en Roma no hay muchos hieráticos chinos. Sin embargo hay miles de Bangladesíes, muy simpáticos, muy activos, que ocupan casi todos los restaurantes como camareros o cocineros, y casi toda la venta callejera: la legal y la ilegal, botellas de agua, souvenirs, juguetes brillantes o linternas por la noche, y paraguas o chubasqueros (cuando llovió). Aquí los tenemos en la cola de los museos vaticanos, acosando al personal. Y los chinos están recluidos en sus restaurantes, que tampoco son muy numerosos -la pizza arrasa con aplastante mayoría- En España sí hay una comunidad pakistaní importante en Barcelona que, por lo que vi hace 7 años, llevan pequeñas tiendas de comestibles, que abren a todas horas. En Roma ésas las llevan estos indios bajitos. Los bangladesíes son muy comunicativos, muy espabilados, y algunos hablan muy bien el español. Nosotros repetimos un restaurante donde nuestro camarero, que era de esa nacionalidad,  hasta bromeaba en nuestro idioma. Los bangladesíes, a diferencia de los chinos, no creo que sean los dueños de los negocios: el que parecía el dueño de este restaurante era un italiano calvo.

Estatua de Juan Pablo II en la plaza de la Estación Termini
2.-El papa Ratzinguer (Benedicto XVI) no dimitió. Después de ver Roma creo que le echaron por no cumplir “los objetivos de imagen”. Ha desaparecido  casi absolutamente de la iconografía de los souvenirs, en la que están omnipresentes el Papa Francisco, seguido a poca distancia por su anteantecesor Juan Pablo II. He visto reproducciones de estos dos juntos y, buscándola, -porque a mi familia ya nos llamó la atención, y contemplamos el asunto con interés-, encontramos una en la que estaban los tres. Sobre esta ausencia de Benedicto XVI pensé al principio que para los romanos, o para los turistas compradores de estas cosas, el que un Papa (el rey de Roma) dimita, es como si les hiciera un desprecio, y quizá fuera por eso que le habrían “borrado” de la iconografía, pero me convence más la teoría de que el soso y pequeño Papa alemán no consiguiera remontar las encuestas de popularidad (una buena encuesta es la venta de postales con su cara) cambiaran como si fuera el cromo de un jugador de fútbol. La sonrisa del Papa actual es muy poderosa, telegénica y cercana: da muy bien en las postales. Aunque no compramos ninguna, ni tampoco un calendario de curas jóvenes y guapos que andaba omnipresente en todos los kioskos y tiendas.

3.- Roma es mucho más cara que Madrid y los comercios cierran muy pronto por la tarde, y ya sólo le queda a uno comprar a los bangladesíes. En España hay muchas cadenas de supermercados que abren hasta las nueve horas y con esta competencia todo se vende más barato. En Béjar se puede conseguir dos kilos de nectarinas por 1,50 y mucha fruta alrededor de un euro. En Roma los melocotones más baratos que vi en un supermercado diurno fueron a 1,70, pero vi melocotones, (la fruta más económica que había) a 6,50 y a 6 euros, en las tiendas y puestos callejeros de bangladesíes. Con el boicot y los excedentes de fruta que está dejando el veto ruso, parece escandalosamente extraño un precio tan altísimo.

Me dio por pensar que la mafia tiene algo que ver en que no se instalen chinos, o cadenas como Dia o Mercadona y que los bangladesíes tengan que vender tan caro para “pagar protección” a sus padrinos. Observé en una de las puertas de salida del Foro( no se me ocurrió fotografiar por miedo, ya había pensado en esto de la mafia)  como un italiano gordo le entregaba, contándoselas, a un vendedor bangladesí treinta botellas de agua helada.

El agua corriente de Roma está muy rica y fresca y las fuentes son muy abundantes.


Lamento no haber fotografiado algunas de estas cosas. Pero sí fotografié otras.





las monedas en el suelo seco de la fontana de Trevi. Están aisladas de la calle por paneles de metacrilato y el lugar videovigilado, por si acaso (no sé si se ve algún billete) que también había.




Estación Termini


Una "romana" de verdad, con romana incluida (museo de las termas)

 una vespa más italiana aún


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