La gente suele quejarse del
cambio climático, es uno de los problemas mundiales a corto plazo, pero no
cambia sus hábitos de uso del planeta. Trataré un aspecto
Tengo una impresora láser.
Recientemente se agotó su tóner. Cerca de mi casa hay una tienda que los
recarga. Por supuesto, independientemente de que cuesta la mitad, yo no sería nunca partidario de tirar toda esa
maquinaria nueva, porque no tiene
desgate, para que la casa matriz me venda toda esa maquinaria con un vaso de
polvos de tinta. Menos todavía lo que hace otra gente: comprar una impresora
nueva, porque le sale casi igual que comprar un tóner original y así convertir
en basura tecnológica, ya no medio sino, dos o tres kilos de material: estaño,
cobre, silicio, plásticos...
Creo que las empresas prefieren
que uno compre una impresora nueva y
explicaré por qué.
1.-Cada nuevo modelo pone más
dificultades “inteligentes” para que alguien rellene, repare o arregle. Los
componentes fallarán y obligarán a sustituirla o a contratar con el servicio
técnico de la casa. Además tienen el mensaje preparado incluso se ofrecen a
llamaa al técnico. Es una política del oligopolio de estas empresas, que la
gente no compre algo para siempre, sino que vuelva a comprar, arriende
servicios o mantenimiento.
Lo ideal sería una impresora de
hace 15 años, que no tenía tanta trampa de adicción como las actuales. Por
supuesto, las empresas fabricantes eliminarán la posibilidad de que haya
repuesto para una máquina “independiente”.
2.- El hecho de comprar algo
nuevo, cada poco tiempo, significa que uno acepta el juego de que tiene
que renovarse constantemente gastando, o
resignarse a arrendar servicios de mantenimiento. Y nadie se queja de este
principio (Por supuesto todas las obsolescencias están programadas a un poco
más de dos años, que es lo que cubre la garantía que obliga el estado español sobre los bienes duraderos)
Creo que es de interés mundial
reclamar que se acabe con este timo. Que los humanos no genermos basura y que gastemos lo
mínimo de recursos naturales en los procesos industriales que, muy restrictivamente, debamos abordar. Que tengamos cabeza
y que esas empresas industriales no empleen una parte de su investigación en
luchar para que su cliente frustre su inversión de haber comprado una máquina que podría durar
10 ó 15 ó 20 o 30 años, sino para que a los
tres o cuatro genere un fallo inteligente que haga que el comprador tenga que volver a pasar
por caja.
Mi impresora con el tóner reciclado no se niega a
imprimir, -tiene 10 años, ya es un poco antigua-, pero en todo momento me salta un mensaje que asusta, reiterando que está en peligro porque no se usa
material original, y tengo que usar el ratón para autorizar que imprima, con lo
cual pierdo un segundo y me asusto un poco, cada vez menos; Pero la reiteración influirá para
que, si vuelvo a gastar el tóner que hace poco hemos rellenado, (vamos, si no contiene otra
instrucción para que diga ya no imprimes aunque tengas todo perfectamente
funcionando), la siguiente vez pasaré por caja y les compraré el tóner nuevo.
Eso, si siguen fabricándolos, que esa es otra política depredadora.
Si surgiera una empresa que
decidiera ser honrada con los clientes y les vendiera un bien duradero para que
cumpla honradamente con todo lo que podría cumplir, y que fabricaran sus correspondientes repuestos supongo que la competencia se
uniría para destruirla y que no cundiera ese
mal ejemplo.
Mientras tanto se derrite el Polo Norte y cincuenta mil
desastres más.
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