Toda información es interesada y
sentar conclusiones sobre esa desinformación seguramente es un error fácil de
cometer. Pero me apetece escribir un cauteloso análisis.
“Cuando el río suena agua lleva.”
A los griegos contemporáneos se
les atribuye el papel de vagos mediterráneos, vividores, tramposos informales,
explotadores del impulso político de las instituciones y del crédito europeo.
A los alemanes se les atribuye el
papel de deshumanizados explotadores de los vencidos, como hicieron con los
prisioneros de Mathausen y tantos otros lugares. Pesa mucho toda la imagen de la
brutalidad y desconsideración por el resto de la humanidad de la segunda guerra
mundial y pesará mucho tiempo; los alemanes necesitan siglos para superar ese
tópico.
Pero eso es demasiado simple:
A muchos de mis compatriotas de
izquierda y a todos los solidarios con Grecia
les apetece que triunfe David sobre Goliat. Que
Grecia gane la negociación. Pero Goliat no es solo Alemania, es Francia,
Austria, Holanda, España…y también; y Dinamarca, Gran Bretaña, República Checa
y Suecia que no están en el Euro.
Y sin embargo, aunque no lo
parece, es una mera cuestión de solidaridad
personal:
Son los ciudadanos, los fondos de
inversión de los ciudadanos etc, quienes compran deuda
pública de los estados y no otros estados, que todos venden su deuda pública solvente
a los ciudadanos; moralmente no deben hacerlo para comprar deuda pública a
otros estados presuntamente insolventes. Esto es un fraude al inversor, al
ciudadano.
Se debe ejercer directamente: la
cuestión de los partidos o las personas de izquierda, que quieren que se ayude
a Grecia perdonando dinero o financiando sin condiciones, tiene una verdadera
solución. Existen –yo conozco- militantes en esos partidos que podrían ser
consecuentes con lo que piden y comprar ellos mismos deuda griega –que los
griegos están dispuestos a vender y pagando un alto interés (ya que no existe
mucha certeza sobre la devolución y nadie les compra)-. Pues bien, esos “solidarios”
tienen la genuina oportunidad de apoyar con sus ahorros a los pobres griegos
para que sostengan su estado del bienestar y su ejército, que tampoco quieren
reducir.
Esa gente quiere solidarizarse
pero rechaza el compromiso real, porque no hay nada más real que nuestro
dinero, y parece que con eso no se juega. Con el
dinero de los demás sí, es curioso. Sobre todo si es el dinero de los alemanes que, a pesar de ser ricos, también están endeudados. Pero la gente ha comprado
deuda alemana y no griega, es una estafa que el estado alemán compre deuda griega aon el dinero de quienes confían en su solvencia y desconfían de la griega.
Porque no piden dinero para hacer
puentes o construir fábricas, lo piden para sostener- sobre todo- un estado del
bienestar digno de un miembro de la Unión Europea , y no vivir casi sin él como Albania,
(que poco puede tener, cuando la mitad de su población está dedicada a la agricultura).
Creo que nuestra solidaridad hacia los griegos no debe ser superior a sus vecinos del norte. Si tienen que
optar por una economía semiautárquica y agraria, también deberán hacerlo.
Pero los de la Unión Europea no les
debemos nada a los griegos, al contrario, son ellos quienes nos deben a
nosotros. Hay muchos pobres en el mundo que no tienen estado del bienestar. Ni
los griegos ni los españoles podemos exigir que se nos sostenga un bienestar
que nosotros no podemos sostener: es así y será peor en el futuro.
Lo demás es demagogia. Y el que
quiera solidarizarse si no tiene dinero ahorrado lo tiene fácil: que pida un crédito a un banco español que ahora
le dará un interés barato y compre deuda griega; además, ganará dinero, si se
lo devuelven.
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