No estoy muy atento a la política pero me gusta ver estas jugadas.
Las dos que voy a comentar hoy las protagoniza el gobierno del PP.
Definiré jugadas a la contra como aquellas que pretendiendo un fin evidente, indirectamente buscan otro mayor, más oscuro, cuantioso e interesante.
Veréis: recientemente el partido Podemos presentó al antiguo jefe del estado mayor de la defensa, como candidato a diputado por su formación. Este partido de gentes de poco peso, jóvenes, con vitola de parlanchines y de demagogos, se refuerza ahora con lo más sólido que hay un militar, una persona para defendernos de los que quieren matarnos y para mandar matar o mandar morir a los soldados a su mando: el militar que más mandaba en España, que estaba en la reserva y, antes de anunciar su paso a la política, pidió el retiro.
El gobierno no tendría que haber dicho nada, pero empezó a realizar declaraciones y aspavientos como si le molestara. Teóricamente las declaraciones iban contra Podemos, pero la alharaca lo que hacía era darle publicidad a que una persona tan solvente, como un militar atlético y ascético, -cuya voz no conocemos bien porque se ha mantenido discretamente en su papel- haya fichado por el partido que más crédito en la práctica necesitaba.
Esto le da votos a Podemos, pero ¿se los quita al PP?
Mi respuesta es que al PP no le quita ninguno. Se los quita al PSOE, que elevó a este militar a la máxima responsabilidad. Si el exmilitar, apuntándose al partido de Pablo Iglesias, a alguien ha traicionado no es a "los militares", ni a Esssspaña, sino al PSOE que, necesitando también apoyos grávidos para su joven líder, queda como el cornudo de esta historia.
El gobierno ha seguido haciendo alharacas que no venían a cuento como destituirle por "falta de confianza". A buenas horas. Improcedente y feo gesto: pero que sigue dando de que hablar, de manera que se siguen produciendo trasvases de votos del PSOE a Podemos. Dividid votos de la izquierda y ganaréis . Es un golpe de mano guerrillero, una operación de distracción en campo contrario, lo que hace el gobierno; y lo ejecuta sin perder demasiada credibilidad en ese asunto.
La otra jugada a la contra lleva ejecutándose cerca de cuatro años. Es la subida del IVA del 7 al 21 % en los espectáculos culturales. Esto repercute mayormente en el mundo artístico, cineastas, teatreros, músicos. Hay que decir que estas profesiones son tradicionales pedigüeños de dinero: suelen ser gente culta y buscan la calidad, así que pedirán subvenciones para que se sostenga lo artístico frente a lo comercial. Es decir piden impuestos, para pagar la cultura excelente; luego son mayoritariamente de "izquierdas".
Pero con el subidón del 7 al 21 que les han pegado, las entradas de teatro, cine y música se han encarecido y las producciones de teatro, cine y música se han reducido mandando a la gente al paro o al amateurismo.
La recaudación del IVA se ha reducido, estoy seguro de ello; es una medida contraproducente para la Hacienda Pública. Ahora, estas personas que antes pedían impuestos para ser subvencionados, se conforman -esto me lo han dicho personalmente varios actores- con que les bajen el IVA, que haya menos impuestos. aunque no haya ninguna subvención.
Con esta política han arruinado parte del "sector", con lo que hay menos personas de izquierdas trabajando y teniendo relevancia pública, luego pudiendo hacer menos declaraciones contra el gobierno. A los que se mantienen o quieren mantenerse, les han hecho cambiar de pensamiento: ahora son liberales. Bueno, no todos, pero sí una parte. Pero también escarmentados, el ministro de hacienda puede hacer mucho daño, así que a la próxima guerra en la que se meta un gobierno mejor ponerse de perfil.
En el fondo, es un genocidio ideológico en toda regla.
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