Un pueblo engalanado para sus fiestas de la virgen de septiembre. Andaluz y blanco, en el que tras dar una vuelta lenta de cuentas de rosario en coche tuvimos la suerte de que saliera uno que estaba bien aparcado. Cuando después de una hora de paseo íbamos a sacar el nuestro se puso otro inmediatamente a hacer cola para el codiciado sitio.
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