Riotinto (Huelva)

 Este río, famoso desde la antigüedad, mezcla sus recogidas aguas celestes con supuraciones básicas de la química terrestre. No tiene peces y ahora mismo no lleva casi ni agua, aunque sí moran en él  unas algas resistentes que ha estudiado la NASA para los viajes previstos a Marte. Hay mucho amarillo sulfuroso, pero hay más tornasol, abundando también el color tinto. No se debe uno poner en contacto la piel con su corriente, aunque no hay carteles en este puente romano que adviertan del peligro. Supongo que será porque todo el mundo lo sabe hace miles de años.

una antigua pasarela o presa, pero está claro que eso no es natural. Lo negro es la sombra del puente desde donde estoy fotografiando.

y diría que esa retención es un alzud para desviar aguas a un molino

aquí están las algas que todo lo aguantan, quizá así comenzó la vida en el planeta.

estas cantos rodados de la izquierda aparentemente no crían nada vegetal, se nota que es un río raro.

Se afirma que este es un verdadero puente romano. Aunque está algo recrecido para que quepan dos vehículos. Esto mismo lo vi hacer yo en un puente de Barco de Ávila hace poco más de diez años.

a su vera había unos cardos descomunales, no son como piñas pero sí como limones, o como granadas de mano.

es un río que mantiene a raya la vegetación de ribera. Sobre él no circulan pájaros, porque tampoco deben circular insectos comestibles.

Sanlúcar la Mayor

 En nuestro plan de llegar a Huelva el mapa nos señalaba la iglesia de este pueblo. Paramos decididos a ver, pero en un panel de atractivos turísticos no figura, y sí otras cosas como fuentes plazas etc, y rehusamos entretenernos. Pero después, según rodeábamos, se nos apareció la torre de iglesia y sí que nos detuvimos, aunque no había aparcamiento y solo bajamos unos minutos para dejar constancia. Si hubiéramos pasado de largo en Olivares habríamos podido hacer justicia a este lugar. En los viajes juega mucho la suerte. Si no nos hubiéramos detenido tanto en el camino no habríamos sufrido lo que nos pasó al llegar a Huelva. Ya os contaré cuando lleguemos.

                                                                       El Ayuntamiento.

La blancura, propia de un anuncio de detergente, resalta el azul del cielo. Yo que soy muy torpe y tropiezo con todo me llevo mal con la ropa blanca, pero viendo Andalucía valoro más este color. 

Sobre la religiosa forma de ser andaluza. (análisis superficial)

 Generalizando superficialmente oso destacar que los andaluces son un pueblo al que le gusta vivir comunitariamente, extrovertidamente, estéticamente. Por supuesto que los habrá reconcentrados, ariscos, severos, taciturnos, pero yo voy a hacer mi tesina sobre lo que se me aparece, que seguramente solo son apariencias.

La apariencia es muy importante, los andaluces visten muy bien y las andaluzas muestran generosamente sus encantos, presumen de sus hijos y se reproducen más que en el centro de la península: los hijos, aparte de otras muchas cosas, son temas de conversación y de socialización. 

Los andaluces socializan generosamente en la fiesta y también en la religión, y lo hacen echando toda la carne en el asador. Ignoro si leen mucho la biblia o rezan en sus casas pero hacia afuera la religión es religión, y se pueden ver jóvenes con cruces y también con tatuajes de cristos torturados y de su joven madre. En las iglesias que hemos entrado, salvo en una que estaban celebrando una misa de bodas de oro, hemos encontrado un lleno considerable, y también percibido miradas aviesas hacia estos dos turistas que entran con pantalón corto y sandalias con una cámara en la mano a profanarles por unos minutos su solemne devoción. La primer noche en Huelva un joven al que preguntamos una dirección y de paso sobre qué nos recomendaba de la ciudad a la que acabábamos de llegar nos habló de las hermandades relacionadas con las iglesias, estaba con su novia y no creo que sobrepasaran los veinticinco años. Hemos visto costaleros de la Virgen de Cinta pululando entre peinetas y mantillas,  y chaqués de los hermanos mayores y solo era un ensayo general de la procesión.

Pango aquí la foto de un local de estos, en Olivares. El local de una hermandad de semana santa, perfectamente remozado y aseado como hace muy poco tiempo, y eso que no es un lugar de oración, sino un almacén de las imágenes de esa cofradía. Los andaluces, y los zamoranos también, se pelean por entrar en una cofradía y hacer la carrera desde costalero a director de procesión con chaqué y vara, y eso está vivo o así se empeñan en hacérmelo creer a mí.

Como se creen que esta joven tiene un hijo de treinta y tres años.

Camino de Huelva

 Revelo el objetivo de nuestro viaje. Una capital de provincia que visitamos muy someramente en 2007, pero lo que queríamos ver era el mar en los ojos de nuestra hija, así que, a pesar de que dormimos no la hemos podido dar por vista, y bien vista pues hicimos tres noches, hasta ahora.

Nos acercábamos por autovía hasta Sevilla, que al ser gran ciudad tiene montones de carriles, desvíos y la vorágine apresurada del tráfico. Es un nudo de carreteras. No tenía ganas de enfrentarme a ello así que poco antes salimos por inciertas y mal señalizadas carreteras provinciales. Dimos vueltas y revueltas, y preguntamos cómo salir de allí a la casi siempre amable gente del Sur. Se nos hizo la hora de comer y entramos en un supermercado a por vituallas. Traíamos muchos tomates del huerto, y decidí comprar una bolsa de lechuga lavada, para combinarlo todo con embutido en la barra de pan que nos serviría de bocadillo; la sosa y sana lechuga se salaba así y la sensación de haber comido más verde y variado nos acompañó en el parque donde paramos a hacerlo. 

Dicho parque estaba al comienzo de un pueblo llamado Olivares, nada conocido para nosotros, no suena a flamenco ni a toros, como Utrera, Morón, Écija, Carmona, Lebrija... pero atravesándolo nos encontramos con un letrerito marrón "Palacio del Conde-Duque". Sin haberlo buscado nos subimos en el rampante caballo de Velázquez, donde un hombre más que robusto nos miraba de reojo. Según seguíamos la indicación nos acordamos de Lerma en Burgos, que también fue cuna de otro gran preboste que manejó los destinos de España en el siglo XVII.

Encontramos aquí la caricatura de aquel cuadro ilustrada por los dibujantes de la serie de dibujos animados "Don Quijote de la Mancha".

Encontramos por el camino buen gusto y elegancia acorde con la historia, pero no gente, porque a las dos el sol barre las calles en sitios como este, donde lo mejor que puede hacerse, si se puede, es siesta.

Por lo tanto hay que hablar bajito y penetrar en la magnífica plaza festoneada de naranjos.

Frente al palacio, la iglesia con su reloj parado a las once menos cinco

               Bellos edificios atemporales y de tronío acompañan al palacio.

Un callejón prometedor, aunque solo sea por circular veinte metros bajo sombra.

Otra salida de esta plaza cerrada.

Aquí está el palacio reconvertido en Ayuntamiento, uno esperaba encontrar piedra berroqueña y escalinatas pero en estos calores lo más fresco y práctico es el encalado, sea para condes-duques o jornaleros. 

Detalle de mármol ducal.

Giré mi cámara hacia atrás para regalarla un poco de verde entre tanto blanco refulgente. Lo mismo que había hecho con la lechuga en el bocadillo.

En los alrededores de la iglesia se nos muestra la forma de ser andaluza mayoritaria sobre la que disertaré mañana.

Más Almendralejo

 Me he propuesto contar este viaje de modo absolutamente cronológico. En el anterior tenía tal impaciencia por mostrar que estuve picoteando de modo inseguro, como un impostor. Así que a continuación de visitar la iglesia abierta por funeral, buscamos lo que demás hubiera en el centro de esta almendra. Y creo que, de lo que nos gusta, hay poco más que lo que había en torno a esta plaza.

Aquí tenemos una recoleta plaza con varias fuentes de bajo consumo. La de la derecha que veremos en detalle está dedicada al vate Espronceda. La del centro tiene una pequeña escalera de humedad que, aunque no lo parece, está funcionando, derramándose suavemente. Almendralejo debe ser uno de los lugares más tórridos de España, compitiendo con Écija, Utrera, Córdoba Mérida etc, pero, a diferencia de estas dos últimas, no tiene río.

Aquí tenemos al inmortal Espronceda que, como buen romántico, vivió pocos años

El teatro, profusamente engalanado con la bandera de Extremadura, lleva el nombre de la escritora Carolina Coronado, que tiene otra fuente en la misma plaza del mismo trazo que Espronceda.

Me colé con la cámara en este decimonónico casino o circulo, de entrada solo reservada para socios, y yo sin pedir permiso pues nadie había controlando. Hice, aprovechando la soledad de la mañana, lo que pude sin arriesgar demasiado el que apareciera alguien que me invitara a salir.

De un lugar tan característico como este estamos hablando. En Murcia no nos fue posible acceder, creo que hasta cobran entrada a los que reservan los pases establecidos para verlo.

                 Calle con parasoles de artesanía, seguramente elaborada por señoras jubiladas.

                           La fuente de Carolina Coronado en la misma plaza, aunque sin agua.

Otro edificio singular es la plaza de abastos, que estaban remozando. 

Lo demás es todo nuevo y funcional, así que seguiremos hacia el Sur.

Almendralejo, un pueblo de primera división.

 En medio de una llanura vitivinícola de la provincia de Badajoz está esta localidad, la cual hemos atravesado decenas de veces en nuestras idas y venidas al Sur aún cuando ya no sea necesario hacerlo. En ella nos hemos abastecido de variadas vituallas, pues hay super e hipermercados de un montón de marcas, también hay bastantes gasolineras, que suelen ofrecer precios muy competitivos. Incluso una vez paré en Almendralejo a darme de baja en mi compañía de teléfono móvil.

Pero nunca habíamos decidido conocerla turísticamente; ya iba siendo hora de proponérnoslo y ejecutarlo, porque este pueblo gracias a sus trabajos ha ido creciendo concéntricamente dejando a su centro histórico cada vez más invisible, y nosotros lo atravesamos siempre por una avenida relativamente nueva, (llamada Presidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra), que no prometía más que los productos que intenta venderte.

Titulo que es un pueblo de primera división porque un par de temporadas de finales del siglo pasado lo fue del fútbol español, con lo que muchos conciudadanos lo situaron para siempre en el mapa. Aunque ya lo estaba porque de aquí es originario el poeta romántico José de Espronceda, de quien leí a los catorce años El Estudiante de Salamanca, y también son los famosísimos versos:

Con cien cañones por banda

viento en popa a toda vela

no corta el mar, sino vuela,

el velero bergantín........

Compruebo que me sé mucho más de lo que hubiera creído de esta "Canción del pirata". 

También tuve un compañero de Almendralejo cuando trabajé en la Universidad de Extremadura, y era un tipo peculiar. También lo es la entidad Caja Almendralejo, que ha sobrevivido a todos los avatares bancarios de la primera década de este siglo, y no solo es una de las cinco sucursales que quedan en Béjar, (que también la he visto en Huelva en este viaje) sino que se instaló hace solo ocho o diez años, y está creciendo, es sorprendente. 

De todos modos la solvencia y la pujanza de esta localidad le viene de los elaborados de las vides que brotan de sus rojísimas tierras. La comarca se llama Tierra de Barros y en un pueblo quince o veinte kilómetros más abajo  se me saltaron las lágrimas hace un par de años. Recordadlo.

https://www.youtube.com/watch?v=sLq8GhMydJ8

Almendralejo en estos tiempos produce los vinos espumosos que más se venden en España. La causa de su éxito sin necesidad de hacer propaganda es que la mayor parte de este tipo de caldos se elaboraban en Cataluña y sus afamadas empresas gastaban grandes sumas en anuncios navideños como el clásico de las burbujas de Freixenet, o Codorniu, pero sucede que en el resto de España desde hace una década no se ven bien, -y se van a vender mucho peor, al paso que vamos-, los productos catalanes, así que la gente española prefiere comprar cava extremeño, que antes era una marca barata (de segunda división), frente a los cavas catalanes, que tienen ahora que rebajar su precio para poder competir con este simpático producto almendralejero, que dudo que se exporte, porque la demanda de los españoles lo reclama, mientras que los cavas catalanes ahora tienen que salir mucho más a vender al mercado internacional donde compiten con, entre otros, el verdadero champagne francés.

Es lo que tiene ser antipáticos y abusones: los consumidores naturales les han bajado a segunda división alzando el producto extremeño a primera. 

Yo no he tenido que hacerlo; a mí me gusta más la sidra.

PD creo que de todas formas en los meses siguientes al uno de octubre de 2016 alguna o las dos marcas decidieron colocar su razón social en la Rioja, ignoro si en estos ultimísimos años habrán vuelto a Cataluña.

Nos encontramos su principal iglesia abierta, y aprovechamos para entrar.

La razón es que había un entierro. En ese coche estaba el féretro esperando a que lo llevaran al altar de la iglesia.

Dejamos el entierro pero fotografié también la torre

En 1985, me imagino que para retirar la "cruz de los caídos" que impuso Franco en todas las localidades, incrustaron aquí a este cristo con los brazos en cruz, con la leyenda de a todos los que murieron en las guerras de España. Si fuera hoy lo retirarían directamente.

Este práctico y laborioso pueblo, en lugar de las típicas esquelas impresas, ofrece la información escrita sobre las misas de los muertos escrita a tiza en una pizarra que tiene la casa del cura, al lado del ábside de la iglesia. 

Hay expectación. 

En Béjar y en Ávila, una de las informaciones que más se leen son las esquelas de los muertos.

                                                  La iglesia tiene frescos de acentuado cromatismo.

                                   Y un órgano nuevo, como si fuera francesa.

UNA NUEVA AVENTURA

 Escribo en tiempo real contándoos que ahora mismo son las ocho y veintitrés del día 10 de septiembre de 2024. Aún no he comenzado la aventura de volcar las fotografías que hemos hecho en el último viaje, que sucedió físicamente desde las siete de la mañana del día 6 de septiembre hasta ayer por la noche, cuando a las 23,40 aparqué el coche a la puerta de mi casa, sano y salvo después de la proeza, veinte minutos antes de que el reloj y el calendario dijeran que ya era hoy diez.

Cuando vuelque las fotos en esta pantalla mediana comenzaré el primer reviaje que, gracias a vosotros y a mi compromiso con el futuro, ha cobrado en los últimos años un excepcional valor; una gozosa tarea de reproducción, de revida, de reflexión, de evocación, de ahondamiento, de perfección. He recogido ladrillos y cemento que iré colocando aquí, con la arquitectura que vaya pergeñando, con una idea previa y las improvisaciones que me vayan sugiriendo la mezcla de las fotos y los recuerdos no fotografiados, con lo que vaya viviendo y pase por mi cabeza en estos meses.

Me quedan quince días para cumplir sesenta y ya lo que más soy es recuerdos. Vivo mientras viajo, y vuelvo a vivir exponiendo mi vida viajera. El torero Luis Miguel Dominguín, decía, o decían que dijo después de acostarse con Ava Gadner, que se iba con prisa porque tenía que contarlo: es un placer, otro placer.   

Muchas veces me digo, a la vuelta del viaje físico, que lo más valioso son las tarjetas de memoria de las cámaras y el teléfono móvil, no lamentaría tanto perder el dinero que traemos de vuelta, ni el coche y tener que comprar uno nuevo, sino todo lo que hemos acumulado y seríamos incapaces de reproducir tan ampliamente, este auxilio a la memoria, a la vida también, porque ya lo he dicho, voy (vamos) a seguir viajando, vosotros por primera vez, a las provincias de Badajoz Sevilla, Huelva y otra vez Badajoz. En este viaje pasamos rodando más de doscientos kilómetros por la provincia de Cáceres pero no nos detuvimos ni un momento en ella, ya está muy vista y fungía como obstáculo a la ida y trámite a la vuelta.

No me detengo más, solo deseo que el ordenador y las cámaras se entiendan bien para enseñarme a partir de ahora mismo, el espectáculo revelado. Son las 8.47.

Más descartes del último viaje andaluz.

 

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Puede que sea una vindicación del Carnaval u otra fiesta en Montilla.

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