sábado, 10 de febrero de 2024

Iglesia principal de Tarifa

 Hablé y sabía que había capturado la especial erosión de los vientos húmedos y salinos de Tarifa, la foto más adecuada para percibirlo es ésta:


Aprovecho la foto para llamaros la atención en algo que no entiendo de los andaluces. Son estos naranjos ornamentales que prestarán su olor y su hermosa floración en todas las calles del Sur, cuyos frutos, que son naranjas amargas y se encontraban en sazón a finales de enero, desprecian. Las naranjas caen al suelo o se quedan en los árboles. Yo probé una de un árbol de Algeciras y me gustó tanto que me llené los bolsillos con veinte más. Unas mujeres que pasaron me invitaron a que me llevara todas las del árbol. Me las estoy comiendo poco a poco y lamento mucho no haber ido a por una bolsa grande y recogido quince o veinte kilos, porque me encantan. Mi fruta preferida es la naranja dulce, pero también me gusta esta naranja amarga, es como la cerveza, tiene un punto más fuerte, más adulto, que  la naranja clásica. Muchas veces apetece una cerveza más que otra cosa. Ya las he terminado.

Pero volvamos a la iglesia que, a pesar de estar descascarillada, su interior es hermoso y luciente con la imaginería preciosista que se esculpió en Andalucía.

Comencemos por este Cristo yacente





Cúpula con colores modernos, como de pastelería fina. Supongo que no es lo original, porque nunca he visto estos morados. 

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