martes, 31 de mayo de 2022

La capilla sixtina del mudéjar turolense.

 Debe haber cien o doscientas capillas sixtinas de los diferentes artes del mundo. Todo el que mira hacia arriba y encuentra algo de mérito en una cubierta o en un techo lo adosa el superlativo. Ésta de Teruel es la cubierta encima de la cual se asientan las tejas de la catedral y dicen que fue precisamente la utilidad de estas tablas fue lo que las ha preservado para nosotros. 



En el barroco les parecieron tan arcaicos estos dibujos que hicieron un falso techo bajo cubierta de yesos con volutas para tapar los dibujitos y mostrar el esplendor de moda de aquellos tiempos . En esto que vino la guerra civil y una bomba o disparo de artillería destruyó una parte del tejado y también de los yesos barrocos, dejando al descubierto el curioso colorido de estas tablas que, como se había revalorizado ya el románico decidieron restaurar eliminando aquellos yesos barrocos.

Tenemos la suerte de que existe este pasaje que nos permite subir a verlas de cerca y apreciarlas con nuestros propios ojos. Cosa que no es necesario en la mayoría de las "capillas sixtinas" del mundo y menos aún en la genuina de Miguel Angel.

Como solo es posible verlas en visita guiada, uno resulta bien ilustrado por las explicaciones de la guía de la catedral. En éstas llamó nuestra atención sobre unas cuantas curiosidades, que según la explicación los obispos dejaron a los artesanos hacer un poco lo que quisieran y ellos en estas alturas no siempre siguieron la ortodoxia teológica cristiana y  dejaron su impronta en geometrías claramente musulmanas y hasta en algunas letras que se leen de derecha a izquierda como lo hacen árabes y judíos. También ellos dajaron constancia de la descripción de diferentes oficios y otro motivo iconográfico fueron los socorridos bestiarios, reales y fantásticos, tan importantes en las artes plásticas como en la literatura.


aquí tenemos a un san Jorge matando al pobre dragón, pero hay alguna escena bíblica de un poco más de recorrido narrativo, que no recuerdo.

En resumen, que como la capilla sixtina de Miguel Ángel es una visita imprescindible en Teruel, eso mismo, Teruel es a Roma lo que la capilla sixtina del mudéjar, es a la del Vaticano. 

A nosotros nos dejó muy satisfechos, mucho más que el complejo de los amantes de Teruel.

Merece la pena visitar Teruel, creo que lo he demostrado.


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