miércoles, 4 de octubre de 2023

Justo a tiempo en Villafranca de los Barros

 Por diferentes razones hemos viajado poco este año. Queríamos aprovechar el veranillo de San Miguel para resarcirnos, ahora que podemos. Pusieron por la tele unas imágenes de Zafra y ese era el objetivo (aunque también devolver unos aparatos electrónicos de "ruter" ya que nos hemos cambiado de compañía telefónica y no hay donde hacerlo en Béjar).

Resultó que en Almendralejo nos dijeron que Zafra estaría abarrotada por la feria internacional del ganado, entonces pensamos que tendríamos que cambiar los planes, y de momento, decidimos entrar a conocer Villafranca de los Barros, que siempre nos ha quedado a un lado al bajar a Andalucía.

Y comenzamos a patearla. Vimos la plaza de abastos, decrépita como la mayoría, por las nuevas costumbres comerciales, y algo de arquitectura llamativa de azulejos.




Más tarde preguntamos a una señora qué había que ver por aquí, y nos recomendó únicamente la iglesia parroquial. A ella nos dirigimos. Había una boda.






Y acababa de terminar, y se preparaban unas sillas y unos atriles para recibir a los novios con música.


Todo el mundo había salido y los esperaban. Los novios se detuvieron un minuto, y yo robé esta foto, y después me salí por una puerta lateral, para ver cómo iba a ser la salida.



el consabido rito de arrojarles abundancia


y lo que vino después: algo que me hizo saltar las lágrimas y que presenciaréis mañana en esta pantalla. No os perdáis el espectáculo.

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