Soy escéptico y me gusta pensar
por mí mismo, -eso creo yo-; no sé si lo apreciáis. Mirando unos documentos
viejos, encontré este artículo de 2013 en el que mostraba mi escepticismo “de
izquierdas” o “antiimperialista”, que también me sale a veces. Lo traigo a
colación porque me ha gustado releerlo hoy. Y también porque pareciera que
últimamente me he vuelto un poco “de derechas”, cuando sólo hago que pensar
libremente: fuera de las etiquetas.
Ahora todos comprendemos que “El
Assad” no es el malo-malo sino que lo es ese otro sujeto con espesa barba; el nuevo
califa o jefe del ISIS (estado islámico).
Bueno, sigo pensando y este puede
ser un axioma de los íntimos míos: ante la duda, no bombardear.
Siempre se mata a gente
equivocada.
http://guerracivilenlas5villasdeavila.blogspot.com.es/2013/09/a-que-esperamos.html
Sobre Siria y los pobres sirios que se embarcan en naves "de mala muerte" en las costas libias para intentar llegar a Lampedusa, me acuerdo también ahora tras la victoria de James Cameron, quien hace un par de semanas ofreció "generosamente" a la Unión Europea lo más caro que tiene el Reino Unido el portaaviones Prinicpe de Gales para solucionar el problema de los barcos miserables en que se montan esos desesperados. Pero que ni uno solo de esos pobres y refugiados le lleven a su país.
No quiero ser demagógico, porque es un problema de difícil solución, para el que nada sirve un portaaviones. Si es que sirve para algo bueno un cacharro así.
Seguro que eso de "ni uno solo a mi país" le ha dado muchos votos.
Lo dicho, ante la duda, no bombardear.
Quien siembra guerras, debería recoger refugiados.
O como me decían de pequeño: "quien rompe paga, y se lleva los cachos a casa",
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