viernes, 8 de mayo de 2015

Dervergüenza política (hambre para este verano)

En España siempre hemos peleado por los "momios", por los sueldos públicos, porque nunca ha habido trabajo para todos, y también porque
"el que trabaja p'al estao, no muere reventao"
"me engañarán en el sueldo, pero en el trabajo..."
En el siglo XIX, en las novelas de Galdós salen los cesantes, madrileños que estaban a los vaivenes de la política para conseguir un empleo público. Y eso ha pasado mientras las administraciones públicas tienen capacidad para contratar: "Tú sí, tú no...; bueno ya sabes que te hemos dado -te estamos dando- trabajo, no nos falles frente a la urna". Lo que se llaman "votos cautivos".

Ahora, según están las cosas, casi todo el mundo está dispuesto a trabajar en cualquier trabajo público o privado, así que el tema mejora extraordinariamente cuando uno tiene la suerte de trabajar para el estado: seguridad, respeto de los derechos, y un jefe difuso que no exige lo que uno privado que se juega los cuartos.
En los veranos, (y yo he tenido la suerte de trabajar cuatro meses en ello) las administraciones públicas locales tradicionalmente proporcionan trabajo, para limpieza y desbroce de caminos, para prevención de incendios, pequeñas obras al aire libre, y aprovechando el buen tiempo, repintar las rayas (señalización horizontal) de las carreteras y los bordillos donde no se puede aparcar... etc.
Esto era por junio a septiembre, época en la que al aire libre se perderán pocas jornadas, pero en abril "aguas mil" no es muy recomendable porque a veces hay que parar porque la lluvia cala, por este motivo no se suelen hacer obras no urgentes, ni repintar las rayas de las carreteras.

Pero ahora también está esta otra vertiente de manipulación: Me sorprendió que iniciaran una obra municipal a la puerta de mi casa hace un mes. Alguien me comentó que "habían metido a ochenta trabajadores temporales en el ayuntamiento", pero no me di cuenta de la razón lo que me dio la clave "porque me salía de ojo" fue ver repintar las rayas, tarea que se hace en verano porque, además de no mojarse la pintura, se seca antes.
Claro... vienen las elecciones del 24 de mayo y por arte de birlibirloque tenemos a los obreros que se toman en verano trabajando desde primeros de abril aunque, como se ve, todavía no hace falta repintar.


Así pueden salir las extraordinarias mejorías interanuales que pregonan interesadamente los gobernantes. El año pasado, por estas fechas primaverales, con toda lógica, no se realizaban obras "de verano" y los obreros estaban en paro. Supongamos que en Béjar había 1.500 parados, con la resta de 80 personas extemporánea y artificialmente, se mejoran las estadísticas.
Si ahora hay tanta gente trabajando más que el año pasado por estas fechas, lógicamente se prevé un verano muy optimista. Ya veremos. Ojalá. Pero de momento quien espere que en el verano haya dinero para contratos municipales, que sepa que ya se lo han gastado como "propaganda electoral". Pan para hoy y hambre para el verano. (Y además, el próximo año, cuando llegue agosto, la pintura del suelo tendrá 6 meses más de uso y desgaste que si se hubiera repintado en su fecha anual.)

PD y más además: si no salieran elegidos los que mandan ahora, ya les tienen segada la hierba por los pies a los que entren.

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