Por la carretera se asomaba al valle un hermoso castillo, cruzamos dos palabras y yo di un volantazo hacia la izquierda otra vez. Nos metimos en una carreterita estrechísima alternada con partes sin asfaltar. No era el lugar de acceso pero todos los caminos llevan a alguna parte.
Esta construcción a base de una cúpula paciente y rústica es típica de la zona, y de Aveyron también
una casita así en medio del campo
no habiendo problemas de agua, en tiempos pretéritos cualquiera se hizo su casa donde quiso.
estos cables tienen electricidad con la que avisan al ganado a base de calambrazos, en España se llama "pastor eléctrico"
Por aquellos andurriales a mi mujer le dio por fotografiar cobertizos. Suponemos que eran para guardar el heno.
Este era el castillo que nos desvió.
Tremendo castillo nos esperaba: 10 euros la entrada que pagaremos algún día que tengamos tiempo de visitarlo a fondo.