miércoles, 15 de noviembre de 2023

Estímulos a través de la pantalla

 Cada vez que enciendo este aparato lo hago con ilusioncitas. Lo primero que veo es la meteorología que va a venir. Cuando lleva mucho tiempo sin llover deseo ver, aunque sea a lo lejos y a sabiendas de que las previsiones son más inciertas cuanto más lejanas, lluvias de cuanto más oscuro gris mejor. Pero hasta hace una semana, que ya estaba harto de agua y de no poder entrar al huerto sin calarme lo que quería era ver soles y buen tiempo.


Cada brizna de hierba que podéis ver aloja tres o cuatro gotitas de agua que se zambullen en la parte baja de mis pantalones y en mis botas y calcetines nada más entro, de manera que en medio minuto estoy chorreando. Si decido estar media o una hora, ya hace mucho tiempo en el que en esa parte de mi cuerpo e indumentaria no cabe más agua y la sensación de estar calado y empezar a coger frío en los pies (y uno recuerda los agoreros consejos maternos ¿qué madre no será agorera?) tampoco es tranquilizante. Como puede comprenderse fácilmente tengo que cavar pero la hierba pesa mucho con la tierra calada que la circunda y ocupa mucho, también quedan aún manzanas por recoger.

Esta mañana definitivamente entraré a cavar en cuanto haya luz y "que sea lo que dios quiera".

Empecé el artículo hablando de estímulos que me llegaban a través de la pantalla: la verdad es que "me estoy quitando" he dejado la lectura, o la brevísima ojeada que me permitían pues no acepto cokies, de los periódicos El País y El Mundo. He suspendido también una de mis páginas de fotos, luego está Youtube que ahora me recomienda tantos videos políticos como guitarrísticos.

En fin, que ahora espero algún milagro en la bancada socialista, y que vuelvan a aparecer nubes la semana que viene, porque a pesar de todo lo que me he calado este mes y me voy a calar dentro de un rato, me encanta la lluvia.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario