En el centro de un valle ancho, donde confluyen varios ríos, entre otros el Sella, que veníamos siguiendo en los desfiladeros por él dibujados, está Cangas de Onís el pueblo del puente de la cruz de la bandera asturiana, y el lugar de donde salen los autobuses que llevan a los lagos de Covadonga. Creo que fue no sé si real o míticamente la capital de incipiente reino (hoy "principado") de Asturias, o esa música escuché por ahí.
No es un lugar industrial ni tampoco demasiado comercial, por eso es bonito, o pintón, y por serlo es más idílico para ser reclamado capital que las industriales Gijón, Avilés, Mieres u Oviedo.
No tiene un casco antiguo reseñable y la iglesia principal parece ser ésta, que no tiene estilo histórico así que no le calculo más de 200 años. La plaza la preside Don Pelayo, el caudillo de los que derrotaron a los moros en Covadonga, o bajo la advocación de la virgen (que llaman Santina) cuya gruta veremos próximamente en esta pantalla.
Poco más hay que ver en Cangas, hay muchos hoteles, el más caro el Puente Romano, que está al lado de este puente que no es romano, auqne sí prestigioso, y no hay mayor prestigio para un puente viejo en España que ser puente romano y así es llamado este como el de Barco de Ávila o el de Arenas de San Pedro y otros cincuenta más en toda España. Es un puente medieval muy bonito, más que bonito es icónico y de él cuelga la cruz de la bandera de Asturias que muchos lucen por ahí sin saber su orígen que esta explicado en un panel al lado del puente que después de leído no me privé de fotografiaros parcialmente.
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