domingo, 8 de diciembre de 2019

Un cantautor poco oído.

Anoche tuvimos en el teatro de Béjar a Luis Pastor. Recordó que hace cuarenta y dos años vino aquí y  le prohibieron, acompañado por el otro cantautor Pablo Guerrero, (el de A Cántaros) y se montó una algarada juvenil en esta ciudad-pueblo.
Yo lamento que no le tengo oído, nadie a mi alrededor tenía cintas de casete de este artista, buen cantor, poeta y guitarrista. Ayer vine a descubrir que es grande, que tiene un montón de tablas, que conmueve y que debo sentirme orgulloso de entender de cerca su arte, que en lo que nos mostró ayer es comparable con los grandes cantautores, Silvio, Serrat, Sabina, Aute, Victor Manuel, pero también Camilo Sexto, Perales, Cecilia, Alejandro Sanz, que no los consideran cantautores porque salían por la radio y algunos por la tele, en el programa "300 millones".

Luis Pastor es un cantautor paradigmático de guitarra de palo: feo, flaco y de puño en alto, parece además que en su vida ha hecho muy poco dinero y solo tiene unos centenares de "incondicionales". Parte de lo que representa es un pobre cantor agazapado, de escogido público.
Ayer algunos estuvieron gozándole en el Teatro; edad media sesenta años, yo le gocé por debajo de la media, que tengo 55. Nos habló mucho de Franco y hasta citó a Aznar y, por supuesto, la guerra civil: siempre me molesta que haya solo unos muertos reivindicables, los que perdieron la guerra, como si los que perdieron pero con un tiro en la cabeza en agosto de 1936 de los "leales", no fueran personas. Yo he entrevistado a hijos de un lado y del otro y su dolor me conmovió igual.

A pesar de la política, de la protesta, y del malditismo estético yo ayer sentí la conmoción de un artista de repertorio escogido, fina musicalidad y tremenda capacidad de comunicar. Lo que no consiguió es que el público le coreara las canciones, -ese tostón de la gente cantando a tu lado que tanto he padecido en los conciertos de Silvio a que asistí el siglo pasado-. Yo creo, que aún entre sus incondicionales, es un cantautor poco oído. Como si hubiera escogido en su coherencia izquierdista ser cantor de mercadillo en lugar de cantor de mercado. El mercado elige y es soberano para ubicar a cada quien en sus rincones.

Nadie se resume mejor a sí mismo, ayer nos recitó https://www.youtube.com/watch?v=fEUAUYPoJY4

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