Los franceses jardinerófilos se las arreglan para elegir que sus plantas florezcan también en otoño. Algún día, si vamos en primavera, esperaré una orgía de colores.
Un lavadero restaurado, cosa típica de la Dordoña
A la derecha esa grapa tan francesa para evitar que revienten las paredes.
Una virgencita de devoción callejera como si estuviéramos en Andalucía












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