miércoles, 23 de enero de 2019

Mujeres aguerridas

Pertenezco al 50% de la humanidad que no somos mujer. Nunca he hecho nada de abusar, violar o violentarlas en 54 años de vida, sin embargo ahora me siento acusado/ acosado públicamente por el hecho de ser hombre.

Sin embargo, he conocido a adolescentes violentos, malas personas, abusones de los débiles, pendencieros... Tipos poco recomendables, pienso ahora mismo en la cara de algunos a los que no les han faltado mujeres a su lado; al contrario, su virilidad seguramente llamaba más la atención de las chicas que otros seres pacíficos que se han quedado sin pareja y sin reproducirse.

Pero ellas los eligieron lo que mejor les pareció, ya digo que conozco a muchos buenos hombres más sigilosos, menos exhibicionistas, educados, trabajadores, respetuosos.

Parece que muchas mujeres ahora abominan de los hombres que escogieron porque las maltratan o las asesinan.

Hace pocos días una abogada de Zaragoza que había trabado más que amistad con un cliente al que defendió porque había asesinado a su mujer a tiros de escopeta, fue degollada por este especímen viril. Dejó en su casa a su marido, con sus hijos pequeños, por aquel amante que voy a pensar que le daba "más marcha" a su vida sexual o sentimental, quizá también sentía atracción por el peligro.
¿Somos culpables los demás hombres de estas elecciones?

¿Quién elige a su pareja? En España, las mujeres. Una vez me atreví a llamar a una para decirle que no se casara con un hombre porque alguien me había narrado que había visto gestos violentos y escuchado sus lágrimas; yo tramitaba su expediente matrimonial. Después he sabido algunos detalles de que el matrimonio ha sido un desastre, aunque tampoco sé hasta cuando. No obstante, me alegro de haber sido el hombre bueno que la advirtió.

Porque también hay hombres buenos y aguerridos que hacen cosas que las mujeres no hacen, no digo que no sean capaces, pero no hacen esas cosas. En  Totalán, un pueblo de España,  han improvisado un túnel de 80 metros para descender por sus estrechuras y abrirse paso manualmente otros cuatro metros para sacar los restos (no creo que nadie espere que esté vivo a estas alturas) de un niño que cayó a un pozo.
Admiro el valor de estos hombres, en todo el equipo que está en esta faena no ha aparecido ninguna mujer, quizá alguna de las que nos insulta vea que no somos todos unos mierdas y unos asesinos.



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