jueves, 8 de noviembre de 2018

DIESELFOBIA INDUCIDA



Hace dos o tres años Estados Unidos descubrió que los coches alemanes contaminaban más de lo que declaraban, incluso que había un sofisticado sistema para que, en las inspecciones de gases, el motor disimulara los humos que realmente emite en la carretera.
De acuerdo: era una trampa, pero curiosamente la venía a descubrir un país que para el automóvil no tiene tecnología puntera en los diesel, a diferencia de Francia y Alemania, importantes competidores en el sector.
Desde entonces se viene satanizando el diesel. A mi entender se trata de eliminarlo para hacer hueco a los coches eléctricos. La industria -toda- necesita declarar obsoleto una parte del parque automovilístico para seguir produciendo y poder apostar por el coche eléctrico, que será rentable solo si se vende una considerable cantidad de ellos. 
Como esto no sucedía espontáneamente ha habido que ir creando el clima adecuado.
A finales del siglo XIX los periódicos del magnate Randolph Herst (el de Ciudadano Kane) crearon interesadamente el clima propicio para que Estados Unidos interviniera en la guerra de Cuba, como corolario alguien hizo estallar el acorazado Maine en el puerto de la Habana para tener la excusa definitiva para la intervención.


¿Por qué el diesel, que hasta el dieselgate de la Wolkswagen era lo óptimo, ahora es el culpable de toda la contaminación?  
¿Por qué,  a pesar de la satanización que comenzó hace unos años, los grandes barcos son diesel, por qué las locomotoras son diesel, por qué los camiones son diesel, por qué las calefacciones son diesel y no gasolina? ¿se está acaso por alguien investigando hacer locomotoras, barcos, camiones... de gasolina?


Parece que no: el rendimiento del diesel sigue siendo incontestable.
Lo que empieza a urgir es que una de las principales industrias de occidente no se pare. Pero el declarar obsoletos los diesel y terminar achatarrándolos antes de agotar su vida útil, ¿no va a producir la industria en la fabricación de los nuevos coches eléctricos, muchas más y peores emisiones de contaminación, que las que dejen de emitir los coches con ese combustible?
Pienso que sí, y por eso concluyo que la  contaminación no es lo que importa, es la industria del automóvil lo que nos interesa que no se pare.

PD. Mi coche, el que no quiero cambiar, es de gasolina. Cuando lo compré aún no existía la versión diesel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario