miércoles, 26 de septiembre de 2018

El concernimiento de las noticias.

Siempre se ha considerado como  óptimo al ciudadano bien informado. El conocimiento de las noticias es interesante para comprender la realidad de un país o del mundo. El problema es cuando uno comienza a implicarse en cada noticia como si le concernieran todas, o tuviera responsabilidades en ellas.
"Tomar partido" es una decisión política o de seguimiento de colores deportivos, más allá de lo que tiene que ver con estar enterado o conocer.
Yo hace tiempo decidí no ser de izquierdas porque esa postura de mi adolescencia, acorde con mis criterios estéticos o éticos de entonces suponía que todo lo que perjudicara a la izquierda me molestaba y todo lo que la beneficiara me alegraba. Soy una persona con pensamiento libre, no sé si eso es ser liberal en el sentido político. O es que al no ser de izquierdas debo ser necesariamente de derechas, porque ser de centro teóricamente implica buscar la equidistancia entre ambos extremos y "circular" por ahí. Esta sería una manera más constreñida que ser de derechas o de izquierdas. El caso es que decido sobre la marcha. También en su día decidí ser insumiso al fútbol, aunque no siempre lo consigo.

¿Qué opino de Uber? o ¿Qué opino de que haya gente que muera ahogada en el Mediterráneo? o ¿qué de una ministra en una supuesta conversación privada haya llamado (o no) "maricón" a su compañero de gabinete, que es un declarado activista homosexual?o que mitiguemos el paro industrial construyendo barcos de guerra para un país tan poco democrático como Arabia Saudita...

Hay cincuenta noticias todos los días y yo por mi bien no debo ni tengo por qué tomar partido en todas ellas; sucede que, cada vez más, tiendo a hacerlo y me cambian el humor, me distraen, me centran o me descentran, me forman o me deforman el pensamiento, la atención. Estas noticias me las ha elegido normalmente El País, que es el periódico que más leo. También ese medio de comunicación las ha redactado y las ha acompañado de fotos, y las ha colocado más arriba o más abajo. Me molesta ser conmovido por personas que no conozco.
Me doy cuenta que hay una postura que plantea mi cuerpo hacia el ordenador: me acerco un poco más cuando el titular de una noticia me concierne o la abro, en caso contrario mantengo la espalda erguida o incluso me retranqueo, como que tomo distancia, perspectiva.
Considero eso lo más útil para funcionar por la vida, para dormir mejor. No es necesario tener opinión de todo, como si fueran a acercarse los periodistas con sus micrófonos en cuanto saliera por la puerta. Creo que las noticias de los periódicos deben de concernirme menos.

Mi vida particular carece de tantas opciones, decido cosas del trabajo, me condicionan las ofertas del supermercado, tiendo a caer en ellas; hoy he tomado un paraguas porque la información metereológica pronosticaba un 65% de lluvia (y parece que va a triunfar el 35% así que el paraguas  habrá sido un estorbo innecesario en mi camino.
Tengo personas cercanas por las que sufrir porque no les van bien las cosas, les aconsejo, les animo, les ayudo, lamento sus malas decisiones. No necesito que la realidad de las noticias de periódico (en las que no puedo influir) me amarguen mi felicidad más de un poquito.
Por todo eso me propongo, a partir de ahora, leer el periódico más erguido con un poco más de perspectiva, creo que aparte de molestarme y distraerme menos, el retranqueo será bueno para mi espalda.

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