jueves, 19 de octubre de 2017

LA LIBERTAD: EL ARGUMENTO DEFINITIVO



En las elecciones generales del año 2.000 estuve de guardia, como secretario accidental del Juzgado de Arenas de San Pedro, en la coordinación judicial de dudas y trámites electorales (el Poder Judicial siempre supervisa todas las elecciones legales)
Tuve que soportar la cara exultante del representante del Partido Popular que se reía de todos los perdedores a medida que iban llegando los resultados de las mesas. ¡habían ganado hasta en el barrio de la Nava! el tipo no cabía en sí de su felicidad o nos la quería "rebozar" a los que sospechaba que estábamos tristes y apabullados.
Pero la mayoría absoluta de Aznar tuvo un efecto positivérrimo: en ese momento se acababa el sistema de matriculación provincial de los coches y se imponía uno nuevo. En Cataluña querían un distintivo autonómico, Pujol  se lo pidió, pero Aznar no se dejó; gracias a la mayoría absoluta no tenía por qué hacerlo. Es algo que, seguramente, quedará para siempre

El argumento definitivo es que podemos hacer mal una rotonda, ir muy despacio por una ciudad nueva, y, sobre todo, aparcar tranquilamente todos los coches de España sin que nadie se cague en nuestras madres o nos lo estropee por ser castellanos o catalanes o andaluces o vascos. Cuando fui a Mondragón en 1992, mi anfitrión sacó su coche a la calle para ceder su plaza de garaje a mi coche de segunda mano, peligroso dejarlo en la calle por llevar matrícula de Madrid. Con el actual y su matrícula neutra he dejado el coche con toda tranquilidad en cualquier lugar que se pueda. Eso es lo más parecido a la libertad de movimiento que se ha inventado. Gracias, en nombre de la inmensísima mayoría.

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