sábado, 26 de agosto de 2017

La venganza de la guitarra clásica.

La guitarra clásica es un instrumento exigente e ingrato.
Es exigente porque de principio te obliga a dejar de morderte las uñas de la mano derecha, mientras esperas que se te encallezcan las yemas de los cuatro dedos de la izquierda para que no te duelan al apretar las cuerdas contra el mástil. Cuando tienes un accidente en una uña o dejas de tocar, deberás esperar a que te crezca la uña y tener paciencia y soportar el dolor mientras se te encallecen de nuevo las yemas. También, tal y como viene la hermosa dama de las seis cuerdas, es letal para la espalda, por lo que hay que usar trucos elevadores para que no te la destroce.

Es ingrata porque suena poco y casa mal con todos los instrumentos clásicos. Ningún compositor de los universales ha escrito para guitarra hasta que Manuel de Falla nos dedicó ¡minuto y medio! con Le tombeau de Debussy.

Una guitarra en una sala de conciertos siempre fue vencida por un carraspeo o media tos, absolutamente triturada por un simple caramelo de menta.

Pero YouTube ha redimido a los guitarristas para siempre. Como en este medio puede sonar igual que cualquier otro, su audiencia derrota a todos los que se pongan por delante. Hay que ser muy aficionado a la trompeta o al piano para que alguien aguante mirando en YouTube una interpretación; sin embargo, la guitarra clásica aquí vence y convence. No existe ningún instrumento más apuesto. Mirad la hermosura insuperable con que se muestran los dedos de este guitarrista tocando su transcripción de la música de Bartok https://www.youtube.com/watch?v=Si5kNn9s2lg

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