miércoles, 11 de mayo de 2016

¿CUÁNTO DEBE ESPAÑA A LA RELIGIÓN?


España vive del turismo. Ávila, la ciudad donde más tiempo he vivido, tiene un plus turístico por Santa Teresa y la mística: una buena cantidad de turistas de todo el mundo acuden a la ciudad amurallada por ello, aunque son pocos comparados con Santiago de Compostela, pionera en el turismo internacional desde mucho antes. Pero no es esto de lo que vengo a hablar.

España vive del turismo; aparte de las tropicales Canarias  somos un balcón al Mediterráneo. El calor Mediterráneo es el objeto de deseo de toda la Europa húmeda, pero si miramos un mapa del Mediterráneo veremos que España no tendrá ni un cinco por ciento de su litoral.
La Costa Azul de Francia debe ser carísima; tiene su selecto público y poca competencia nos puede hacer; como Italia, que no tiene playas suficientes para los italianos, y quizás tampoco tengan buena arena. Algo así le pasa a Croacia, cuyas playas son de piedrecitas ardientes,(nosotros también las tenemos, por ejemplo en Salobreña y doy fe que eso de andar con chaclas por necesidad le quita mucho relajo al asunto)
Albania no se cuenta. Y Grecia, quizá tampoco nos quite mucho, pero en cuanto llegamos a Líbano, Israel, Libia. Argelia... son lugares que suenan peligrosos y hostiles por motivos religiosos. Inhóspitos.
Egipto y Túnez han vivido del turismo, pero los recientes atentados yihadistas han borrado a Túnez del mapa y también a Egipto, salvo la egiptología en la que, como es obvio, nadie puede competir con ellos.

Vivimos del milagro religioso. El Mediterráneo es nuestro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario