Yo no creo en dios. Sin embargo tengo personas muy queridas que creen y para quienes su creencia es lo más importante. Aunque no tuviera a mi alrededor creyentes sé, por historia, por antropología, por simple observación, que debo respetar ese sentimiento, siempre que no se convierta en algo agresivo, totalitario para la sociedad.

Diversos grupos, a través de los siglos, han luchado con violencia por imponer su sentimiento religioso y también su convicción antirreligiosa. No es lícito hacerlo más que por persuasión racional, nunca por la coacción.

 

Lamento parecer sumarme al coro de la ultraderecha mediática española, que  está obsesionada con Podemos, fuerza política emergente, cuyos miembros han utilizado la provocación y diversos tipos de coacciones para hacerse ver. Ahora esta fuerza política va teniendo pasado y son susceptibles de recibir contraataques.

 

La joven portavoz del Ayuntamiento de Madrid irrumpió hace cuatro años en una ceremonia religiosa, que se celebraba en la capilla de la Universidad Complutense de Madrid, encabezando un grupo de chicas que gritaban "fuera vuestros cirios de nuestros clítoris" "el Papa no nos deja, tocarnos la almeja" y "arderéis como en el treinta y seis" entre otras consignas similares. Además de eso, se abrió la camisa, en un semigesto del grupo "Femen" (célebre por exhibir sus pechos protestando por diversos temas -esta mujer llevaba sujetador bajo la camisa, por eso lo del "semigesto"-)

 

Esa chica está siendo juzgada por esta conducta pues existe en el código penal un tipo delictivo que protege los sentimientos religiosos. Su acción podría estar penada con un año de prisión.

Me parece desmesurado que alguien pueda estar un año encerrado, y gastando dinero de los contribuyentes, por acciones como ésta, pero a otras personas les parecerá excesivo que por evitar pagar impuestos también se pueda ir a la cárcel.

En cualquier caso, entiendo que las leyes democráticas responden a un amplio consenso social y han de ser aplicadas, o suprimidas democráticamente, pero el respeto a la ley es básico para la convivencia.

 

Lo que me parecería muy mal, es que esta chica, que disfruta ahora de un importante y remunerado cargo en el Ayuntamiento de Madrid, lo hubiera conseguido gracias a una hazaña como el haber ofendido a unas personas que, en un recinto cerrado, practicaban su religión. Sería un pésimo síntoma para el partido Podemos, premiar o dar galones a quienes perpetran actos de ese cariz.

 

Por último: he oído un fragmento de la declaración de la inculpada en el que ha dicho, más o menos, que si había ofendido a alguien quería pedir perdón. Eso es una intolerable y cínica cobardía. Todo el mundo sabe que en los templos religiosos se exige un decoro en el vestir; en Roma las turistas -mi mujer lo hizo- suelen adquirir unos chales, (hay vendedores callejeros a la puerta de ciertas iglesias) para cubrirse los hombros. En muchas iglesias: San Pedro, San Juan de Letrán, Santa María La Mayor, es obligatorio cubrirse y hay vigilancia para impedir el paso a los descubiertos. En otras iglesias, la gente también se cubre al entrar por respeto al decoro exigido. Eso lo sabe y lo comprende todo el mundo. Una universitaria española también. 

Hacer justo lo contrario: desnudarse al entrar en un templo, es una ofensa deliberada y esos cánticos, no tienen otro objeto que ofender. 

 

Creo que para hacerse acreedora del perdón social alguien no tiene que esconderse detrás de un si condicional, esa "gallardía" que tuvo de irrumpir gritar y desnudarse, debería serle exigida ahora.

 

Aunque fuera condenada a un año, creo que esta chica no tiene antecedentes penales,  no iría a la cárcel porque para eso es necesario que la pena supere los dos años. Me parece muy mal que si tuviera antecedentes penales, fuera a la cárcel un año por una acción como ésta.

Pero considero que una buena multa sí se merecen. Es justo.