viernes, 16 de septiembre de 2011

Una más de Silvio Rodríguez.



En estos meses veraniegos no he estado al tanto de casi nada de la internet. Ahora saco los atrasos y uno de los sitios que he revisado es el blog “segunda cita”, tan importante para esta humilde pantalla.

He encontrado las diatribas sobre Pablo Milanés, que recomiendo. Tengo que decir que cuando yo estudiaba en Salamanca había silvistas y pablistas. Yo era silvista, supongo que porque es más guitarrístico, y creo que me gusta más su poesía, su voz, su música. (no quiero pensar que también fuera porque Silvio sea blanco y Pablo negro, Silvio Flaco y Pablo gordo) pero siempre los sentimos como una unidad indisoluble, de manera que, conociendo a uno, no se podía desconocer y valorar al otro.

El caso es que parece que estos dos paradigmáticos amigos, (una de mis canciones favoritas del universo es “Locuras”, que cantan a dúo) llevan veinte años sin hablarse, ni siquiera por teléfono, (hay una preciosa canción de Amaury Pérez que canta a dúo con Silvio que se llama “amigos como tú y yo”) que le oí cantar y explicó en directo en Peñaranda de Bracamonte  y que está dedicada a la amistad y a los amigos en el exilio, con los que Amaury mantiene amistad por teléfono.

Supongo que habrá sido duro para los dos estos veinte años contestar preguntas sobre su colega y “alter ego” en las entrevistas, a los admiradores, etc. Ahora se desvela todo purulentamente después de que Pablo se atreviera a tocar en Miami y en una entrevista expresar críticas al régimen castrista y Silvio en su blog “Segunda Cita” no pudiera ya soslayar a Pablo y la circunstancia. No he tiempo de mirar a Yoani y a las otras blogueras, pero me imagino que estarán ilustrando un tema que, gracias a estas nuevas tecnologías hasta en una dictadura tan controladora en lo social como la cubana, habrá explotado en todas las conversaciones y allí se verá una piedra de sillería más que se cae dentro del edificio castrista. ¿Será de un arco, de una cúpula, de una pared, de una esquina...?

Pero a mí, que hace muchos años  no creo, ni tengo ninguna ilusión, ni siquiera romántica sobre la bondad de la revolución cubana, me duele por la amistad, que es algo que siempre habría que defender, y  de lo que no debiéramos ser nunca ser desilusionados.



POSDATA.- Me siento (humildemente) hermanado con Pablo una vez que Silvio escribió algo así como que Milanés hacía esas declaraciones porque no estaba siendo capaz de vender suficientes entradas para el concierto de marras.

Os copio aquí lo primero que escribió Silvio Rodríguez de mi persona:

Juan, no sé por qué me está pareciendo que la cruz de su apellido viene de ver que, por más que escribe, apenas tiene un par de comentarios. ¿Sus incursiones por este blog buscan aliviar tal peso? ¿Se siente solo, Juan? ¿ Y cree que así se va a aliviar?..

2 comentarios:

  1. Bastante agrio contigo, este Silvio. ¿Tanto le hiciste?
    Un ídolo que pierde un fan, si no en el sentido artístico, sí en el humano, me hace pensar si los ídolos deben bajar tanto a la tierra como para pelearse con sus seguidores. Silvio tiene muchos comentarios y no está nada solo, pero todo esto puede tener mucho de apariencia y poco de fondo; cuando un comentario adverso de Juan le llega a doler tanto a Silvio como para que éste investigue e intente rebajar a Juan… mala cosa. Silvio quizá estás más solo de lo que parece.

    ResponderEliminar
  2. Silvio en su blog es como la madrastra de la bella drumiente; necesita que todos los días este espejito mágico le diga lo hermoso que es su mundo, lo preferible que es la revolución castrista frente a otros mundos donde, por ejemplo, la internet está al alcance de la gente. Las bellas durmientes de esa historia caso serían las blogueras como Yoani Sánchez.

    ResponderEliminar