lunes, 8 de agosto de 2011

La extremadura soriana

Hace casi 20 años, el estado me regaló mi primer año de trabajo en Ayllón (Segovia). Pude comprar entonces mi primer coche de segunda mano y comenzamos a conquistar horizontes cercanos al azar que da la libertad automóvil. Allí, al lado, estaba la provincia de Soria; las tierras del Duero, donde hacia los siglos X y XI se peleaba muy duramente entre cristianos y musulmanes. Quedan impresionantes pueblos amurallados, atalayas y castillos, y la increíble fortaleza de Gormaz.
 Los campos de Castilla no se han cansado de seguir siendo fértiles; un paisaje viejo, encallecido, que a mi me enamoró. Desde hace 20 años mi alma guardaba una habitación para albergar el reencuentro que tuvimos en la última semana de julio. Fue gozoso transitar de nuevo por las estepas cerealistas.
Hoy, aquel sitio central donde se jugaba la partida de la Reconquista, es la zona más desértica de España, con  menos de 10 habitantes por kilómetro cuadrado.






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