jueves, 3 de febrero de 2011

LLAMAMIENTO A LOS ARTISTAS ITALIANOS

Hoy estoy entusiasmado leyendo la biografía de Giovanni Papini sobre Miguel Ángel Buonarroti. La intensa vida de este genio de todas las artes, escultura, pintura, arquitectura, sonetos y hasta música (me he enterado ahora), merecería una superproducción. El año pasado anoté en esta pantalla que Miguel Ángel estaría hoy haciendo animación por ordenador. Y creo que a los animadores italianos les corresponde recrear su vida, aunque los norteamericanos lo harían, y seguro que lo harán, muy bien.
Tengo interés en una secuencia espectacular, pero para explicarla, necesito introducir un poco la historia que he leído en Papini.
El arquitecto Bramante, rival de Miguel Ángel en la corte papal de Julio II, trata de hacer una jugada prodigiosa. Primero convence al Papa, a sabiendas de que Miguel Ángel no se siente pintor sino escultor, de que le encargue los frescos de la Capilla Sixtina, pensando que Miguel Ángel lo rechazará o fracasará, toda vez que tampoco conoce bien la técnica de la pintura al fresco. Tras este desastre, Julio II aborrecerá a Miguel Ángel y le retirará su confianza y sus proyectos escultóricos. De rebote, le encargará al brillante Rafael  de Urbino, que es una década más joven que Miguel Ángel, (y  además protegido de Bramante)  estos frescos, que sí sabrá realizarlos, con lo cual el Buonarroti no soportará esta humillación y escapará a Florencia definitivamente. Bramante se quedará entonces con todos los proyectos del papado.
Miguel Ángel, trata de negarse, pero es tozudo y le gustan los retos, así que inicia su colosal pintura, él sólo subido en unos andamios, boca arriba, perdiendo vista, con ensayos, errores y muchas penalidades.
La escena que quiero ver es la siguiente:
Llegada la mitad de la obra, tras más de un año deejecución, Julio II, impaciente, ordena  derribar los andamios para ver como va la  pintura. Miguel Ángel se niega pues quiere mostrarla entera y se reserva el derecho de perfeccionarla, pero el Papa es quien manda y el derribo del andamiaje se produce. (Eso es espectacular y requiere una música coral, con timbales y mucho metal) Aparecen los frescos. Viendo la envergadura y magnificencia de la pintura quizá más importante de la historia, Rafael Sanzio suplica ahora que le dejen ejecutar la otra mitad. Pero tendrá que conformarse con los frescos que decoran las  estancias vaticanas.
Allí, a pocos metros, dos genios están compitiendo. Me parece que pocas películas serán más visuales. Nos pueden enseñar como se ejecuta la pintura al fresco y como se va revelando, también pueden mostrarnos las canteras de Carrara el transporte de los inmensos bloques, la ejecución de Savonarola, la realización de la Cúpula de San Pedro... Incluso pueden reproducirnos obras de Miguel Ángel que fueron destruidas.

Sigo leyendo. Ahora tengo muchas más ganas de ir a Italia.


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