domingo, 13 de febrero de 2011

Diario2 (AL CUADRADO)

Diario al cuadrado.
Esta es la relación íntima de este boguero o bitacorero o vitacorero, o vitacoreador (que va coreando su vida con su blog o diario o bitácora) con el asunto.
Al principio fue como subir a una montaña y dar un grito, varios gritos que eran susurros. No escuché ni el eco de mi propia voz. No sabía nada de lo que hubiera en el valle de las pantallas.
Después di aquel golpe de letras en el blog de Silvio Rodríguez. No pretendía atraer gente, fue un imperativo moral, la defensa de un acosado injustamente, pero ni siquiera escribí mi dirección correctamente. No esperaba que me publicara aquel comentario, ni sus ecos, pero me salió bien, y además, aprendí cómo era la persona a través de sí mismo y de los seguidores que prefiere tener.
Mi documento más leído fue aquel en el que copio el final del cuento “el principiante” de Juan José Arreola. La falta de mantenimiento en las fechas navideñas y la vuelta a mis propios temas hizo que se me fuera el grueso de la audiencia americana.
Más tarde descubrí las estadísticas y ahora ya las investigo a fondo; por ejemplo: puedo saber cuántos y de qué países me han visitado en las últimas horas. Recientemente he descubierto que he tenido cerca de mil quinientas visitas de España, trescientas de EEUU, y otros países americanos, unas cuantas de Rusia, Francia Alemania Gran Bretaña, Eslovenia, Croacia y hasta una de Singapur, (supongo que alguien se confundió) uno se hace un poco curioso de las curiosidades ajenas hacia lo propio y ahora siempre entro por las estadísticas, para ver cuántos me han visitado esta noche, además de que, haciéndolo de esa manera (mediando mi contraseña) no se me cuentan (engañosamente) las visitas propias.

Como artista mediocre, que reconocí y sigo reconociendo ser, se me abren dilemas ante las páginas que son visitadas. ¿Qué es lo que vende más? ¿Por dónde debo seguir si quiero que me lean? No sé si me veré mediatizado por esto. Soy un pensador romántico y no quiero ser resultadista.
Después del trabajo que me costó disertar sobre cualquier tema, ni los amigos (uno recomienda el blog a sus amigos, agarrándoles del brazo y deletreando la dirección) se han interesado en ello.
Quiero ser variado pero no sé si –inconscientemente- voy a ir dejando de lado las cosas que me pasan o las cosas que quiero promocionar, por las cosas que me dan visitas. Es una droga como otra cualquiera, que se lo digan a Lope de Vega.
Proclamo que racionalmente quiero que me guste seguir escribiendo de lo variado, lo sorprendente, aprender y que me enseñen cosas. Ayer me contaron sobre los olivos, la poda, la oxigenación, por qué el aceite es mejor cuánto más al norte (eso me lo decían en San Esteban del Valle, que producen aceite caro, para venderlo en botellas de cristal, frente a las industrias del Sur, que lo venden en botellas del plástico) pero no me enteré bien, otra vez será. Supongo que podría aprender cosas en la Internet, sintetizarlas y contarlas a mi manera, pero prefiero la vida.

Hace tiempo que no pongo una foto, y también llevo un tiempo sin hablar de las cinco villas. Aquí viene un primer plano de la picota de Mombeltrán con el fondo de la pared del Torozo

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