martes, 21 de diciembre de 2010

UNA NUEVA CITA CON LOS ÁNGELES

Ya estaba yo un poco lejos de todo esto de internet cuando me ha llamado una amiga (que no es de la CIA) alertándome sobre el revuelo de mi penúltima incursión en el blog de Silvio. Es un honor para mí y un despilfarro para la humanidad, que Silvio Rodríguez pierda tiempo conmigo. Sabed que él ha escrito sobre mí en 2 ocasiones. No me parece que haya sido justo; os invito encarecidamente a ver los comentarios de su blog. Quiero también proclamar que me enorgullece sobre todo que Silvio también se haya dado una vuelta por aquí.
En un ordenador prestado por poco tiempo respondí esta mañana. Parafraseé al músico ruso Dimitri Shostakovich que, acosado por la prensa soviética porque hacía  una música burguesa que no entendía el pueblo, dio en su 5ª sinfonía una "repuesta creativa de un artista soviético a unas críticas justificadas".
(bueno, yo no soy capaz de adjuntar una sinfonía ni nada parecido para que se me perdone)
Concluyo que ya me queda bien claro que un ortodoxo seguidor del pensamiento silvista sólo se puede leer a Vargas Llosa tapándose un poco la nariz, por la repugnancia política que debe inspirar este escritor a los que quieran ser novicios o novicias de aquel convento. (No he sido muy fiel a lo que escribí, si acierto a traerlo, lo reproduciré literalmente).

Más sosegadamente, diré ahora que "se me han caído los palos del sombrajo" respecto a la persona de Silvio Rodríguez. Espero no tener ningún resentimiento cuando vuelva a escuchar sus canciones. Si es así, será una pérdida.

Aprovecho para recomendaros que disfrutéis -antes de este episodio ya lo pensaba- de quienes, para mí, son los mejores creadores del siglo XXI. Creo que si vivieran Bach, Leonardo, Cervantes o Lope de Vega, Dante etc estarían haciendo películas de animación.
Concretamente recuerdo que me han gustado mucho: Horton, Buscando a Nemo, Los Mundos de Coraline y Up.
En estas obras de arte, como en algunas de las mejores canciones de Silvio, uno encuentra impresiones, resonancias, paladares, que le ensanchan la sensibilidad; también la bondad.
¡Viva la inocencia!

No hay comentarios:

Publicar un comentario